Jordi Alba continúa sin noticias del Barça en lo que se refiere a su renovación con el club catalán. Las conversaciones todavía no se han empezado, y desde la entidad tenían previsto el mes de octubre como fecha clave para empezar a hablar con el entorno del jugador y conocer su voluntad.
La pasividad del club empieza a enfadar al jugador y más si se tiene en cuenta su situación personal. El de L'Hospitalet es el único jugador que no tiene recambio natural en el primer equipo, y su rendimiento está entre los más destacados del equipo. Su última renovación se firmó en junio de 2015 y otros compañeros que tenían contratos vigentes hasta más allá de 2020 han pasado por delante de él para rubricar sus firmas junto a Josep Maria Bartomeu.
Dos años de contrato
El lateral de L'Hospitalet finaliza contrato el 30 de junio de 2020. Le queda un año y medio para ser libre y la situación irrita al futbolista. Alba ha visto como los demás pilares del vestuario han pasado por las oficinas del Barça y es el único peso pesado del vestuario que todavía espera una llamada.
Una foto de Jordi Alba durante el Barça - Leganés / EFE
Hasta ocho jugadores --Umtiti, Busquets, Messi, Suárez, Rakitic, Sergi Roberto, Piqué y Ter Stegen-- han pasado por las oficinas del club como renovaciones obligadas y primordiales para la entidad, menos la del lateral. En algunos casos, como el reciente de Busi, lo hizo pese a que su contrato terminaba en 2022, dos años después del de Alba. Rakitic también lo está intentando. Y ahora se habla de que se estudia un nuevo acuerdo con Leo Messi.
Los cinco jugadores que están peor que Alba
De la actual plantilla tan solo Munir, Vermaelen, Samper terminan contrato un año antes que él, en junio de 2019, pero las situaciones son distintas. Con Munir ya se han iniciado algunos acercamientos, con Samper están a a la espera del mercado de invierno y para el belga buscarán una salida este próximo mercado o saldrá en verano con la carta de libertad.
Rafina y Denis Suárez también acaban contrato en 2020, pero la situación de los centrocampistas es distinta. No son pilares en el esquema de Valverde y quizás acaben siendo cedidos a otros clubes. Desde el entorno del lateral esperan que se cumpla la promesa que la cúpula le hizo en su momento.
La masa salarial condiciona
El Barça tiene muy clara la voluntad de renovar al jugador, pero lo cierto es que en junio no llegó la prometida llamada. Tampoco en septiembre, ni en lo que va de octubre. La elevada masa salarial de la plantilla, por encima del 70% del presupuesto de gastos, obliga a tomar precauciones y le ha tocado a Alba.