Arturo Vidal y Malcom son una de las mayores preocupaciones en las oficinas del FC Barcelona y del barcelonsimo. Los dos recién llegados al club este verano apenas han tenido protagonismo, especialmente el brasileño, y sus constantes suplencias y desconvocatorias se han convertido en un murmullo constante del Camp Nou.
Un cuchicheo que en el caso de Arturo se ha avivado en los últimos días tras sus polémicas publicaciones en las redes sociales. Su estatus de jugador consagrado tampoco ayuda. En el Bayern era una pìeza fundamental para cerrar el centro del campo y en la Juventus cosechó grandes éxitos por su poderío físico y moral. Valverde le ha dado varias oportunidades, pero su suplencia frente al Tottenham en favor de Arthur y la posterior contra el Valencia ahondaron un enfado que de momento puede relegarle de forma indefinida al banquillo.
Malcom, mantiene las esperanzas
El caso del brasileño es todavía peor. Valverde tenía su línea ofensiva cubierta y la dirección deportiva consideró el fichaje como una oportunidad de mercado. Ahora, dos meses después, el extremo ve la mayoría de partidos desde la grada y el mensaje del Txingurri es claro: no cuenta con él porque no lo pidió. Tan solo ha disputado 25 minutos en dos partidos y Valverde no no lo quiere, aunque desde el club le piden paciencia y le aseguran que acabará jugando.
Algo parecido a lo que ocurre con Vidal, un jugador de perfil similar a Paulinho que tampoco quería. El técnico expresó en varias ocasiones sus preferencias por que el brasileño se quedara.
En el punto de mira
Ante esta situación, y con las dos nuevas estrellas en el Camp Nou esperando su oportunidad, a otros se les ha acabado el tiempo y parece que el Barça agotará los plazos. El primero es Thomas Vermaelen. El central belga acaba contrato en 2019 y el club ya ha comunicado que no planea renovarle, por lo que la opción más oportuna será encontrarle un destino en enero para poder sacar algo por él. De no ser así, en junio sería jugador libre. La intención es que forme parte de un trueque o variable por uno de los jugadores de los que el Barça si está interesado.
Vermaelen y Piqué en una foto de archivo en el Santiago Bernabéu / EFE
Algo similar ocurre con Munir. El delantero hispanomarroquí también concluye contrato en 2019, pero ambas partes ya han iniciado las negociaciones para ampliar su vinculación contractual con el club. No es un sustituto natural de Luis Suárez, pero la salida de Paco Alcácer al Dortmund ha obligado a Valverde a probar a un jugador que ha triunfado fuera del Camp Nou con el Valencia y el Alavés.
Con margen de tiempo
Una situación similar viven algunos centrocampistas en el club. El overbooking en la medular es real y una de las peticiones de Ernesto Valverde para el mercado es reforzar esa zona del equipo, por surrealista que parezca. El Txingurri cuenta con los titulares y alguno más para dar descanso, pero Denis Suárez y Sergi Samper tienen todos los números de acabar en otro club.
Una foto de archivo de Sergi Samper durante un entrenamiento con el Barça / FCB
Su contrato expira en 2020, por lo que la entidad catalana tiene margen para estudiar las ofertas y valorar ventas o cesiones. Rafinha, también con contrato hasta esa fecha, podría buscar una salida. Tiene más cartel que los otros dos mencionados, pero Valverde recurre a él con algo más de frecuencia. De ellos tres solo se podrá quedar uno, probablemente relegado al banquillo o a la grada.