Luis Suárez quiere remontar el vuelo y recuperar su mejor nivel con el Barça. El delantero uruguayo ha declinado viajar con la selección para recuperarse de las molestias que sufre en la rodilla derecha y evitar cargas unas piernas que a sus 31 años necesitan evitar compromisos innecesarios.
Su inicio de temporada no ha sido bueno, pero esta situación ya es conocida en el Camp Nou. Excepto su primer curso, que estuvo sancionado cuatro meses, el resto de pretemporadas siempre ha tenido dificultades para reencontrarse con su mejor versión y, sobre todo, con el gol.
Una foto de Luis Suárez / EFE
La temporada pasada tenía uno números similares a los que el Pistolero ha firmado en este inicio de campaña. Muchos, como ocurre ahora, querían enterrarle, pero el ariete supo recuperar su mejor nivel y acabó la temporada con 31 goles. De hecho, los números son exactos. Jugó cinco partidos y marcó tres goles y dio tres asistencias. Mientras que ahora ha jugado 11 partidos.
Molestias físicas
Las molestias en su rodilla también frustraron su inicio de campaña. Sufrió una distensión en la cápsula posterior de la rodilla derecha que le mantuvieron de baja tres semanas, pero hacia finales de años empezó a dar síntomas de continuidad y buen estado de forma. Una sensación que se evidenció en enero y febrero cuando empezó a ser decisivo en los últimos metros de cara a portería. Este año, vistas las similitudes con el año pasado, Suárez ha vuelto a decir no a su selección en el parón de octubre.
El charrúa se ha quedado en la Ciutat Esportiva realizando un trabajo específico en el gimnasio y en la arena para fortalecer su rodilla, algo que el año pasado dio sus frutos al Barça. Y es que Luis Suárez vive del gol, aunque ofrezca mucho más que eso. Sus goles son oxígeno para el equipo, pero su garra, ayudan a otros de sus compañeros, especialmente a Leo Messi. Genera espacios, arrastra rivales, descarga de espaldas, provoca faltas, etc. Todo el trabajo sucio que, normalmente, recoge el argentino. El barcelonismo espera que resurja de nuevo. El barcelonsimo le espera.