Leo Messi sigue demostrando ser el alma del Barça. Desde su debut con el primer equipo en la temporada 2004-05, el argentino ha ido creciendo como futbolista e incrementando sus registros goleadores hasta convertirse en todo un referente.
Obviamente las tareas ofensivas no recaen sólo en él, pues contar con los compañeros idóneos puede llevar al Barça a los registros goleadores más insospechados. Sin embargo, el oficio de delantero en el Camp Nou es algo para lo que se debe estar bien preparado.
Muchos han sido los que lo han intentado, pero pocos los que se han asentado. En este aspecto destaca Luis Suárez, que desde su llegada hace cinco temporadas si que se ha mantenido como referencia en el centro del ataque.
Queridos, pero prescindibles
Los delanteros del Barça suelen ser los favoritos de la afición. Sus goles son aclamados y su protagonismo en las victorias del equipo es indudable. Aún Así, el club ha demostrado no tener reparos en prescindir, aún perdiendo dinero, de aquellos que no terminaban de encajar o que, pese a su notorio papel, ya no eran los mismos.
Samuel Eto'o celebra un gol durante su etapa como jugador del Barça / EFE
Con Samuel Eto'o, llegado en la misma temporada del debut de Messi, pareció que el Barça al fin había encontrado a ese viejo perfil de delantero caza goles y que además ofrecía movilidad. Los goles del camerunés aún son recordados, pero también sus ciertas impertinencias en algunos momentos que no casaban con la idea de equipo.
Esto llevó a Pep Guardiola en la temporada 2009-10 a sustituirle por Zlatan Ibrahimovic en un cambio de cromos con el Inter de Milan. La calidad del sueco era innegable, pero a ella le acompañaba un fuerte ego. Algo que no le ayudo a encajar en la delantera del Barça, pues no le sentó demasiado bien el sentirse desplazado por un Leo Messi que juba más por el centro y le restaba protagonismo en la parcela del centro del ataque. Ibra sólo duró un año.
Desplazados a la izquierda
Existen otros casos en los que el cambio de posición marcó su paso por el Barça. Entre ellos se encuentra David Villa, delantero centro y hombre gol del Valencia y de la selección española. Sus características le permitieron actuar en el lado izquierdo del ataque desde 2010 hasta 2013, pero fue perdiendo fuerza con la aparición de extremos zurdos naturales y con la improbabilidad de tener minutos como punta fijo.
Paco Alcácer, cedido por el Barça, vuelve a marcar en el Borussia Dortmund / EFE
Cabe remarcar que todos ellos se marcharon por un precio mucho menor al que se pagó y que siguieron marcando goles fuera del Camp Nou. Con el Atlético de Madrid el mismo Villa eliminó de la Champions League y le ganó la Liga al Barça cuando se marchó, en la campaña 2013-14.
Otro atacante que no consiguió consolidarse el el ataque azulgrana fue el canterano Sandro Ramírez. El canario ofrecía buenas maneras, pero acabo marchándose a coste cero al Málaga y se revalorizo con creces, pues el Everton desembolsó 6.000.000 de euros por él.
Intocable Suárez
El caso más reciente de las dificultades que supone ser delantero del Barça lo encontramos en Paco Alcácer. Si bien el ex del Valencia llegó para cumplir el rol de cuarto delantero en la temporada 2016-17, nunca mostró su autoridad goleadora cuando gozó de minutos.
Luis Suárez durante el partido frente al Valencia / EFE
Tras su hat-trick del pasado sábado 6 de octubre en el que le dio la victoria al Borussia Dortmund, en el que actúa como cedido por el Barça, se ha abierto el debata de si el club azulgrana gestiona bien las salidas de sus delanteros. El mismo Alcácer está demostrando que actuando en una posición más afín sigue siendo amigo del gol.
Actualmente Luis Suárez no está pasando por su mejor momento, de hecho su último tanto lo consiguió el pasado 15 de septiembre, sumando ya seis partidos sin marcar. Pese a ello, el uruguayo ha demostrado contar con las características idóneas para la delantera del Barça y aún se mantiene como un fijo en la delantera.