Valverde se carga las normas de Luis Enrique en el Barça
El 'Txingurri' otorga manga ancha a sus jugadores y acaba con la draconiana imposición del seleccionador español
10 octubre, 2018 15:26En el vestuario del Barça, cuando Luis Enrique era el entrenador, había dos normas inquebrantables: las convocatorias se daban el mismo día del partido y se multaba con severidad la impuntualidad en los entrenamientos. El actual seleccionador de España era conocido por ejercer un férreo control sobre sus jugadores, a quienes sometía a un draconiano sistema de normas e imposiciones.
La llegada de Ernesto Valverde al banquillo azulgrana supuso una modificación sustancial de ambas normas. De entrada, el Txingurri pasó a anunciar las convocatorias de los partidos el día antes, eliminando así la sesión matinal previa al encuentro, y liberando a quienes quedan descartados. Un cambio que ha agradecido la plantilla.
Con relación a las multas, Valverde ha adoptado un sistema mucho más laxo en el que ya no se sanciona la impuntualidad, salvo en casos extremos. El técnico da un cierto margen a sus jugadores: llegar unos minutos tarde con respecto a la hora programada no supone penalización alguna. Desaparece el estricto control sobre el reloj que ejercía Luis Enrique, quien además reclamaba a sus jugadores antes.
Vigilar y castigar
Luis Enrique exigía a la plantilla presentarse una hora antes de la prevista para el inicio del entrenamiento. Con Ernesto Valverde se pide llegar tres cuartos de hora antes de la sesión y si se llega un poco más tarde se hace la vista gorda. Luis Enrique, además, obligaba a sus pupilos a fichar en cada entreno. Los jugadores debían firmar una hoja controlada por el delegado Carles Nadal. Esa hoja era retirada en cuanto se cumplía la hora límite y quien no estaba apuntado era sancionado. Valverde ha puesto fin a tan estricto control del tiempo.
Luis Enrique y Messi en su etapa en el Barça / EFE
Pero lo que más han agradecido los jugadores es la desaparición de las multas. Con Luis Enrique bastaba que un jugador llegase un solo minuto tarde al entrenamiento para que le cayeran 200 euros de multa. Estas eran exponenciales, es decir, si se reincidía la multa ascendía a 400 euros, la tercera se pagaba a 800 euros, la cuarta a 1.600. Se multiplicaba por dos cada vez. Además, la impuntualidad en la convocatoria de un partido incrementaba la sanción: 400 euros la primera vez, 1.600 la segunda, etc. En este caso se multiplicaba por cuatro.
Libertad condicional
En la era Luis Enrique hubo un jugador que llegó a pagar en una sola temporada 12.800 euros en multas. Este año, en cambio, todavía no se conoce ninguna sanción por impuntualidad grave. Ya no es necesario fichar, como sí ocurre en las cadenas de montaje de una fábrica, y tampoco hay nadie que pase lista, como en las aulas del colegio. Los jugadores del Barça disfrutan de la libertad concedida por Valverde.
Pero el Txingurri ha adoptado otra norma que no ha gustado tanto a la plantilla: los días de partido en el Camp Nou todo el mundo está obligado a asistir al encuentro, no convocados incluidos. Jugadores, equipo técnico y empleados del club. Nadie se salva. Todo el mundo está llamado a animar al equipo. Valverde quiere que estén antes del partido, en el descanso y al finalizar para cohesionar al grupo.