Internacional con la selección brasileña. Irrelevante en el FC Barcelona. Esta es la contradictoria situación que vive Malcom. Su insignificante papel en la entidad azulgrana constituye uno de los grandes fiascos de esta temporada. El club pagó 41 millones de euros al Girondins para incorporarle. Fue el fichaje más caro de este verano en el Barça, por delante de Arturo Vidal, Lenglet y Arthur. Pero Malcom no cuenta en los planes del equipo técnico.

Ernesto Valverde no confía en él. Malcom tan solo ha disputado dos partidos y ninguno de ellos como titular. Su aportación ha sido residual. Además, últimamente ni siquiera entra en la convocatoria del Txingurri. Acumula ya tres partidos consecutivos sin figurar en la lista de convocados, pese a que sus características podrían haber ayudado al equipo en los últimos tropiezos ligueros ante el Athletic y el Valencia.

Paciencia

Desde el Barça le piden paciencia al jugador. Calma. En varias ocasiones le han dicho que su situación es anómala y que tarde o temprano acabará jugando. En este sentido, su actitud está siendo ejemplar. Malcom se toma su situación con filosofía. Sigue a lo suyo: trabajo y esfuerzo para demostrarle al míster que puede hacerse un hueco en el equipo. Sabe que si hace las cosas bien su oportunidad llegará. Tan solo debe estar preparado para cuando la ocasión se presente.

A diferencia de Arturo Vidal, quien tampoco está contando en los planes de Valverde, Malcom ha evitado crear cualquier conflicto. Nada de demostraciones públicas de descontento. Ningún exabrupto por su parte. Malcom guarda silencio y mantiene la ilusión. Trabajo y esfuerzo. La reciente llamada de la selección, con la que está concentrado en estos momentos, también le ha ayudado a reforzar la confianza en sí mismo.

Apuesta del club

Malcom fue una apuesta de la dirección deportiva. Ernesto Valverde no le quería. Nunca ha creído en su fichaje. El técnico dejó claro desde el principio que era un fichaje del club. Él habría preferido la continuidad de Paulinho, vendido a China, o en su detrimento la contratación de Willian. Pero no a Malcom. El extremo del Barça, que llegó con la etiqueta de estrella, descollaba en el mercado francés, controlado por Eric Abidal.

Una foto de archivo de Malcom Oliveira durante un entrenamiento del Barça / Instagram

Una foto de archivo de Malcom Oliveira durante un entrenamiento del Barça / Instagram

Esta circunstancia se ha convertido en una losa para Malcom. Tan solo ha jugado 25 minutos repartidos en dos ratos: seis minutos en Valladolid y 19 en el campo del Leganés. Un bagaje demasiado pobre, aun teniendo en cuenta que estuvo apartado unos 10 días a causa de una leve lesión. Lo cierto es que no se entiende qué está pasando con él; es un caso lleno de contradicciones, que en el fondo evidencia una mala gestión del club.

Actitud

Pero Malcom no pierde la esperanza. No achaca su suplencia a inquinas o manías personales de Ernesto Valverde. Sencillamente entiende que su situación se debe a una cuestión puramente deportiva. Asume que sus compañeros en la delantera azulgrana están rindiendo a un alto nivel, y que debe seguir trabajando para ganarse el sitio. Su compatriota Arthur, quien ha pasado en las últimas semanas de un papel secundario a uno protagonista, es el ejemplo a seguir. Con el tiempo él también tendrá su oportunidad.