Gerard Piqué volvió a ser uno de los jugadores señalados tras el empate del Barça contra el Valencia en Mestalla, donde un gol en el minuto dos de partido volvió a obligar a los de Valverde a ir remolque para voltear el marcador. El Barça fue superior, dominó todas las facetas del juego y empató en el 22 con un tanto de Messi, pero no fue suficiente. Nuevo tropiezo, otros dos puntos en el camino --y ya van nueve-- y sin liderato.

El central, uno de los jugadores más criticados por sus recientes actuaciones en el verde, y que asistió esta vez a Garay tras el mal despeje de Suárez, atendió a los medios en la zona mixta tras finalizar el encuentro. El jugador azulgrana no se calló, como es habitual en sus intervenciones públicas, y volvió a ser tan polémico como siempre. Cuestionado por la falta de contundencia defensiva el '3' explicó: "Las cifras lo dicen. Cuando entras en esta dinámica cada vez que te llegan te hacen gol. Desde siempre el Barça es un equipo muy ofensivo pero atrás debe ser sólido para ganar partidos y títulos. No hemos ganado porque hemos jugado con un equipo que no es fácil. Nos trastocó los planes el gol del Valencia pero nos rehicimos".

Unas declaraciones que serían la previa a su ataque basado en muy poca autocrítica, pero también muy esperanzadoras para el barcelonismo. 

"Hay mucha gente que me tiene ganas"

Piqué sabe que su figura es muy mediática y que está en el ojo del huracán. No quiso hacerse el loco ante los micrófonos y respondió a todas las preguntas. "Me siento bien fisícamente, el día del Leganés cometí un error muy grave. Hay mucha gente que me tiene ganas y me esperan. Cada vez que hay un gol es culpa mía..." y continuó: "No hay excusa, la plantilla es la que es. Tuve suerte con las lesiones y, si tengo que jugarlo todo por no tener recambio, lo haré”. Por primera vez, el jugador reconoció públicamente sus desajustes defensivos, pero demostró su compromiso con el barcelonismo mandando un recado a la prensa de Madrid y Barcelona. 

Una foto de Gerard Piqué en la zona mixta de Mestalla / EFE

Una foto de Gerard Piqué en la zona mixta de Mestalla / EFE

"Yo me siento bien físicamente, es cierto que el día del Leganés cometí un error muy grave. Hay mucha gente que me espera y me tiene ganas y siempre que encajamos un gol la culpa es de Piqué. En Madrid y en Barcelona. Como soy crítico con los medios me esperan. Que aprovechen en las teles, que salgan de la cueva y que les dé el sol porque esto va a cambiar". Una situación que evidenció disgutarle pero a la que está acostumbrado: "Esto es parte del juego, es normal que al ser el más veterano de la línea defensiva y el jugador que ocupa más portadas por lo que hago y digo entiendo que cuando las cosas no salen bien me apunten a mí. Hay que acostumbrarse. 

 

A veces el fútbol no es justo. Piqué mostró una mejora en el juego frente al Tottenham a la que dio continuidad en Mestalla, pero que quedó empañada por el gol en contra. Tuvo algunas perdidas de balón comprometidas --en la segunda parte contra Cheryshev se metió en un lío el solo-- pero fue el líder de una línea defensiva que no sufrió en exceso. El barcelonismo espera que sea autocrítico consigo mismo y que cumpla lo que ha prometido.