Arturo Vidal constituye una amenaza en potencia para el buen clima en la plantilla del Barça. El centrocampista chileno no jugó ni un solo minuto en el partido que enfrentó a los azulgrana al Valencia. Y a nadie se le escapa que Valverde le castigó por su rabieta tras el partido de Champions.

En lo que va de temporada, Ernesto Valverde tan solo ha alineado a Vidal en el once titular en dos ocasiones. Los empates frente a Girona y Athletic en el Camp Nou son las únicas titularidades de Arturo Vidal, sin que en ninguno de los dos encuentros finalizara sobre el campo. En el resto de partidos la presencia del chileno ha sido secundaria, cuando no residual.

Arturo Vidal durante un entrenamiento del Barça / EFE

Arturo Vidal durante un entrenamiento del Barça / EFE

El Txingurri tuvo a Vidal calentando en la banda de Mestalla durante un buen rato. El centro del campo azulgrana languidecía, asfixiado por momentos, incapaz de doblegar a su rival. Era una ocasión propicia para que Arturo Vidal tuviera su oportunidad. El chileno ciertamente habría aportado frescura y dinamismo al equipo. Era su momento. Pero Valverde le negó la oportunidad y prefirió ver como su equipo se ahogaba en el terreno de juego.

Una actitud indigna que se repite

Era una cuestión de disciplina. Tal vez de orgullo también. Arturo Vidal había protagonizado un numerito imperdonable tras la excelente victoria del Barça frente al Tottenham. El chileno no se tomó nada bien su suplencia en Wembley. Y no se le ocurrió otra cosa que expresar su malestar publicando una cara de enfado en Instagram. Una reacción inadmisible. Impropia de un jugador de élite ya curtido sobre el campo. Una muestra de soberana inmadurez que el Barça no se puede permitir.

El centrocampista chileno es conocido por su carácter visceral. Prueba de ello es que tras su infortunada rabieta enseguida publicó un mensaje de ánimo y apoyo al equipo, felicitándose por la victoria conseguida. Un intento de enmendar la pataleta anterior. Sin embargo, lo cierto es que Vidal es una bomba de relojería para el vestuario del Barça. Una amenaza que en cualquier momento le puede explotar en las manos a Valverde.

 

La foto de Arturo Vidal que después borró de su cuenta de Instagram tras no jugar frente al Valencia / Instagram

La foto de Arturo Vidal que después borró de su cuenta de Instagram tras no jugar frente al Valencia / Instagram

 

Así lo volvió a demostrar este lunes, con una nueva publicación más caliente de lo necesario en su cuenta de Instagram. El mensaje, en seguida fue borrado, pero hay capturas que dan buena cuenta de ello. Junto a una imagen suya, en el banquillo, Vidal acompañaba el siguiente texto: "Con los judas no se pelea, ellos se ahorcan solos". Una publicación que recibió 'likes' de su compañero Marc André ter Stegen y de James Rodríguez, con quien jugó en el Bayern de Múnich

Rol secundario

El problema es que Vidal no está acostumbrado a tener un papel tan secundario en el equipo. En su presentación con el Barça ya manifestó que aterrizaba en el Camp Nou con el objetivo de ser titular, una empresa que se le está complicando por momentos. Primero fue Dembelé quien le ganó la partida, y ahora es Arthur.

Messi celebra con Arthur su 25º gol al Valencia / EFE

Messi celebra con Arthur su 25º gol al Valencia / EFE

El joven brasileño es percibido en can Barça como una apuesta de futuro. Es el jugador que está llamado a conducir el centro del campo azulgrana en los próximos años, siempre y cuando cumpla con la proyección esperada. Además, cuenta con el apoyo de Lionel Messi. El astro argentino ya manifestó su preferencia por el brasileño: “Si tengo que elegir a uno, me quedo con Arthur, porque me recuerda a Xavi”, afirmó Messi.

¿Fichaje fracasado?

Con la voluntad de Messi en contra y con actitudes desafortunadas como la de Instagram, Arturo Vidal lo va a tener realmente difícil para hacerse un sitio en el once titular del Barça. Muchos aficionados ya consideran al chileno un fracaso, carne de banquillo hasta que abandone el club. Lo cierto es que si Vidal no acepta su nuevo rol en el Barça es probable que se cave su propia tumba.