Mal partido del Barça. Mal planteamiento de Valverde. Muy mal. Los azulgrana no fueron capaces de pasar del empate contra el Valencia (1-1). Se ahogaron en Mestalla, víctimas del esfuerzo titánico de Wembley y de la escasa reacción del entrenador para oxigenar el equipo. El Txingurri demostró una preocupante falta de confianza en la plantilla y se complicó la vida.
No es normal que en un partido con urgencias, el técnico espere hasta el minuto 83 para mover el banquillo cuando los jugadores están visiblemente cansados. No es normal que jugadores frescos se queden en el banquillo porque su entrenador no confía en un grupo que se está vendiendo como completo y fabuloso desde verano. No es normal desaprovechar una nueva oportunidad para sacar ventaja al Real Madrid y al Atlético. Falta reacción.
Ernesto Valverde afrontó el partido contra el Valencia con la idea del once que brilló contra el Tottenham el pasado miércoles. Salvo la excepción de Vermaelen en el centro de zaga, repetían Arthur en el centro del campo y Coutinho en ataque.
Viendo la disposición táctica del técnico azulgrana, ya se puede presuponer que está será la idea con la que se afrontarán los próximos compromisos que serán tan o más exigentes. Aunque deberá pensar en alguna alternativa, pues la condición física con la que el Barça llegó al tramó final del encuentro no fue la idónea.
El 1-1 deja al Barça ligeramente tocado y con la sensación de no haber aprovechado el pinchazo del Real Madrid. Si bien su imagen ha mejorado respecto a los últimos partidos ligueros, el equipo no ha sido el que se vio en Londres, sobretodo por los fallos en defensa y la falta de remate arriba. Con ello, el equipo pierde el liderato y termina la octava jornada en segunda posición con 15 puntos, superado en uno por el Sevilla.
Capacidad de reacción
El partido empezó mal para los intereses del Barça. A los dos minutos de juego un error defensivo de Piqué, que se agachó a la salida de un córner, permitió a Garay, llegando sólo desde atrás, inaugurar el marcador y adelantar al Valencia. De hecho los locales disfrutaron de varias ocasiones de peligro, aunque ninguna llegó a buen puerto.
A partir del primer cuarto de fue fue cuando el Barça empezó a asentarse. Las posesiones de balón empezaban a ser más largas y el centro del campo hacía circular bien el balón en busca de las bandas. Arthur se entendía con sus compañeros y sobretodo con Messi, algo factible al tener el colocar a Coutinho más adelantado sin generar el desequilibrio que se vio en los partidos que actuó en la medular.
Fue en el minuto 23 cuando apareció la figura de Leo Messi para poner las tablas en el marcador. El argentino controló un balón, se lo cedió a Luis Suárez, con caño incluido a Kondogbia, y el uruguayo se lo devolvió para que ejecutará un disparo desde fuera del área imparable para Neto.
Un minuto antes se dio una de las jugadas polémicas. Luis Suárez fue zancadilleado y acabó cayendo dentro del área. La jugada quedó con el balón en juego para el Valencia, con el colegiado González González decidiendo a la vieja usanza, sin VAR.
El primer tiempo finalizó con empate a uno en el marcador. Si bien el Barça consiguió tener el balón, no creó peligro real ante un Valencia que dejaba jugar, pero que no renunciaba a dar la sorpresa con alguna llegada aislada.
Sólo balón
El partido se reanudó con un Barça más activo de cara a puerta. Coutinho y Messi hicieron esforzare al meta valencianista con buenos disparos, pero a partir de ahí la intensidad se fue desinflando. A ello influyó el estado de unos centrocampistas que empezaron a notar el esfuerzo realizado en Wembley.
Los azulgrana dominaron el balón, pero el buen hacer del Valencia en defensa, cerrándose con todos sus efectivos, lo dejó en posesión estéril. Si bien el centro del campo movía el cuero buscando alternativas, hombres como Rakitic no acababan de estar finos. Otro que no disfrutó de su mejor partido fue Luis Suárez. El uruguayo suma varios minutos sin marcar y se vio superado por Messi y Coutinho.
Ernesto Valverde, sumido en profundos pensamientos en Mestalla, donde el Barça empató contra el Valencia / EFE
Que el Barça tuviera el balón parecía convencer a un Valverde que no movió el banquillo hasta el minuto 84 dando entrada a Dembélé por Coutinho. Si bien al francés se le atribuye el papel de revulsivo, poco se puede esperar en seis minutos y con el equipo rival cerrando todos los huecos.
Los azulgrana agotaron el tiempo con el balón en los pies, pero no fueron capaces de encontrar el lugar por donde hacer daño. Al Valencia le valía el empate y lo demostró. Si bien tuvo algún acercamiento, el mantener el cerrojo en el área era su único objetivo y no brindó ninguna facilidad para superarlo, a la vez que el Barça tampoco contaba con recursos para hacerlo.
Solución a medias
Ernesto Valverde dio con la tecla en el partido más importante. Tras malos resultados en liga, la Champions League sirvió de reivindicación. Sin embargo, el extremeño debe aprender de este partido que no se debe abusar de esta idea y que necesita alternativas.
Leo Messi se lamenta en Mestalla
Si bien el árbitro del encuentro ha tenido algo de protagonismo al no señalar ciertas acciones que se presetaban favorables para los azulgrana, el equipo ha llegado al final del encuentro falto de ideas y agotado. El campeonato es muy largo, pero también de lo más competido, del primer al sexto clasificado tan sólo hay dos puntos de diferencia. Si bien una victoria hubiera dado aire al Barça, el equipo se queda en medio de todos y sin aprovechar la derrota de un Real Madrid que sólo está un punto por debajo.