El pasado miércoles 3 de octubre Ernesto Valverde arriesgó presentando el once titular con el que el Barça se mediría al Tottenham en Wembley. Una de las mayores sorpresas fue el que apostara por Arthur en el centro del campo.
Ante un partido tan exigente, el jugar con la experiencia de Arturo Vidal era la opción más previsible, pero el técnico azulgrana le dio la oportunidad a un recién llegado que demostró estar más preparado de lo que se podía presuponer.
Su buen hacer en la medular y el desparpajo con el que trató al balón mostraron a un Arthur Melo muy apto para jugar en el Barça.
Equilibrio deseado
Con la elección de Arthur para el centro del campo, más la inclusión de Coutinho en el ataque, el Barça mostró un mayor equilibrio entre sus líneas y el centrocampista tuvo buena parte de protagonismo en ello.
Una foto de archivo de Arthur Melo frente al Tottenham / EFE
De entrada entendió perfectamente cual era su posición sobre el terreno de juego y la ejecuto con nota. Su papel en la medular azulgrana debía aportar una buena conexión entre las líneas del equipo a la vez que estar rápido tanto para situaciones atacantes como defensivas, en las que más había sufrido el Barça hasta la fecha.
Ello se tradujo en un buen hacer tanto a la hora de mantener la posesión del balón como en los momentos en que era necesario ejercer presión sobre el rival y evitar sus ataques. Arthur escenificó muy bien estos parámetros y muchos vieron en él, en cuanto a su desempeño, al 'nuevo Xavi', una etiqueta recurrente desde su llegada al equipo.
De hecho, al brasileño le apodaron así nada más empezar a despuntar en su país y su nombre empezó a sonar con fuerza en el Barça cuando se presumía la marcha de Andrés Iniesta, su ídolo futbolístico.
Jugador de garantías
El brasileño entiende lo que significa ser jugador del Barça, ya que lo cataloga como “un sueño”. Tras su actuación en Wembley no se puede discutir la profesionalidad que le acompaña, ya que encaró una situación exigente con valentía y sin ningún complejo. Además, ha sabido esperar de forma paciente su oportunidad, demostrando que se ha tomado el trabajo diario como un aprendizaje constante.
Una foto de Arthur recibiendo instrucciones de Ernesto Valverde / EFE
Aquí aparece su enorme personalidad. Triunfar el mundo del fútbol no es sencillo, pero Arthur ha sabido esperar su momento a base de esfuerzo y disciplina y sin que le temblasen las piernas al conocer el interés del Barça y al acabar fichando por él.
Con mucho margen de mejora, cuenta con 22 años, el ex de Grêmio ha demostrado que no le asusta el jugar en una exigente medular como es la azulgrana. Si bien Ernesto Valverde hacía intuir la necesidad de refuerzos para esta zona del campo, la irrupción de Arthur es más que positiva en el esquema táctico del entrenador.