El Barça encara uno de los tramos más exigentes de la temporada y lo hace contra el Tottenham en Wembley. El equipo azulgrana se ha conjurado para reconducir la mala situación que ha vivido en los últimos partidos de liga y lo hace con un Messi más líder que nunca.
Las palabras del argentino tras el empate contra el Athletic muestran su implicación con el devenir de un equipo que se ha unido más que nunca y que viaja a Londres con la necesidad de ofrecer su mejor cara.
Una competición como la Champions League y un escenario tan importante en la historia del barcelonismo hacen de este partido un punto de inflexión para reconvertir la imagen mostrada por el equipo en los últimos tres partidos de liga.
Todos a una
En los momentos de tensión la unidad del equipo es imprescindible. Los jugadores son conscientes de fallos que se han cometido y quieren erradicarlos en el único sitio en el que pueden hacerlo: el terreno de juego.
Los jugadores del Barça celebran el gol de Coutinho frente al Leganés / EFE
También jugarán un papel importante las decisiones de Ernesto Valverde a la hora de elaborar la alineación titular. Con un periodo de pruebas que se le ha acabado, el técnico azulgrana apostará por un once compuesto por jugadores de garantías y que cumplan con sus funciones al cien por cien, sin dejar ni un espacio al rival.
De hecho se espera volver a Arturo Vidal como hombre de contención en el centro del campo y a un Coutinho formando parte del ataque junto a Messi y Luis Suárez. Con ello, sería Ousmane Dembélé el más perjudicado, pero las actuaciones del francés en los últimos partidos no le dejan margen a Valverde.
En defensa, una de las zonas que recibe más comentarios negativos, el técnico azulgrana no podrá contar ni con Sergi Roberto ni con Umtiti, por lo que se espera que Clément Lenglet vuelva al once titular. Tratándose de bajas de peso y en una zona crítica, el equipo deberá estar muy concentrado y deberá replegarse con autoridad en jugadas de contraataque del Tottenham para evitar acciones como las que le ha costado la perdida de puntos en liga.
Equipo conservador
Si bien Ernesto Valverde deberá realizar cambios obligados, no se esperan demasiadas novedades en el once. El Barça sabe que debe cosechar un buen resultado en Wembley para escampar todas las dudas y eso pasa por tener el equilibrio que tanto se ha solicitado entre todas las líneas del campo.
Leo Messi y Sergi Roberto del Barça celebran el gol de falta del argentino frente al PSV / EFE
Así que no se espera a un Barça descontrolado. Sabe que debe ganar, pero debe hacerlo con orden y conciencia. Los empates y la derrota en liga no han sido bien recibidos, pero si que han servido para ponerlo todo en orden y hacer evidente aquello que se debe corregir. Con el periodo de reflexión realizado, ahora toca jugar la Champions League y no se pueden cometer más errores.
Para ello Velverde ha preparado un once con la idea de que el Barça sea efectivo, pero sin arriesgarse demasiado. Si el balón pasa por todas las zonas del campo con la fluidez a la que el equipo está acostumbrado, éste llegará más veces a Leo Messi y será ahí donde se genere el peligro real. Tener al argentino desprotegido de juego es lo que se debe evitar.
Escenario propicio
Wembley se presenta como el estadio idílico en el que el Barça realice el cambio. El recinto inglés, tanto el anterior como el actual, ha visto ganar a los azulgrana dos Champions League, una de ellas la primera de la historia del club.
El Barça conquistó su primera y cuarta (foto) Champions League en Wembley / EFE
Que el estadio londinense se presente como el escenario en el que el Barça deje atrás el bache de malos resultados y recupere la senda del triunfo es otro motivo que aporta confianza. Los azulgrana están más motivados que nunca y tienen ganas de que el próximo miércoles 3 de octubre el balón eche a rodar sobre suelo inglés.