Tras muchas temporadas de ostracismo las cosas se empezaron a hacer bien en el Tottenham. De ser un equipo que apenas podía pelear para colarse en puestos europeos a principios del milenio, esta temporada disputa la Champions League por tercera temporada consecutivo.
Con jugadores como Harry Kane, Dele Alli o Christian Eriksen en sus filas, se ha convertido en un equipo temible tanto en la Premier League como en la máxima competición continental, donde aún espera representar su mejor papel.
El próximo miércoles 3 de octubre el Barça visitará el estadio de Wembley para enfrentarse a un Tottenham que quiere ganar tras la derrota sufrida en la primera jornada de la Champions League.
Trabajo de banquillo
Uno de los culpables de la considerable mejora del Tottenham en Mauricio Pochettino. Tras su un periodo de adaptación tras su llegada, el argentino ha conseguido colocar al equipo londinense entre los tres primeros clasificados en las tres primeras últimas temporadas.
Mauricio Pochettino dirigiendo un entrenamiento del Tottenham / EFE
Ello se debe a un enorme trabajo táctico desde el banquillo que ha conseguido sacar el máximo partido de sus jugadores. La velocidad en el contraataque es uno de los puntos fuertes del Tottenham y el Barça tendrá que estar muy atento para no caer desprevenido. Futbolistas de banda como Dele Ali, Lucas Moura o Son Heung-Min son especialistas en desquiciar a las defensas rivales y precisamente la del Barça podría ser una víctima perfecta.
La idea de jugar como equipo es algo que ha calado muy hondo en la plantilla del Tottenham y si bien hay muchos jugadores capaces de finalizar, esa faceta recae en Harry Kane. El delantero centro es el hombre gol del equipo y su capacidad para definir recuerda a la de los 'killers' de antaño.
Sin embargo, la facilidad para anotar del inglés está muy bien complementada con el desborde y rapidez de sus compañeros. Al contraataque el Tottenham es un equipo que hace daño y si consigue su objetivo también sabe replegarse para mantener el marcador.
Bajas sensibles
El Barça deberá mostrarse como un equipo sólido si quiere asaltar Wembley. Si bien el Tottenham no es un rival históricamente puntero, actualmente es de los más imprevisibles y peligrosos. Sin embargo, los azulgrana se verán ligeramente beneficiados por las bajas obligadas en el equipo inglés.
Jugadores de lo más utilizados por Pochettino como Moussa Dembélé, Jan Vertonghen o Segre Aurier no están disponibles. A su vez dos de los cracks del equipo tampoco han sido convocados. Dele Alli sufre una lesión muscular y Christian Eriksen se está recuperando de un virus estomacal que ya le dejó fuera en el último partido de la Premier League.
Sin duda son bajas muy sensibles para encarar un partido tan importante, sobretodo la de un Eriksen que es el organizador del equipo. El jugador danés es el encargado de generar juego en el centro del campo del Tottenham, además de una eficaz llegada al área, por lo que el Barça contará con la pequeña ventaja de tener al 'cerebro' en su contra.
De hecho, Christian Eriksen ha sonado en varias ocasiones para reforzar la medular azulgrana, ya que es un futbolista cuyas características encajan perfectamente en el estilo de juego del Barça. Sin embargo, el Tottenham es muy reacio a dejar salir a sus estrellas, a las que tasa en precios desorbitados y poco accesibles.
Ganas de Barça
Pese a las importantes bajas con las que contará Mauricio Pochettino a la hora de confeccionar el once inicial, el técnico está de lo más motivado para recibir al Barça y plantarle las cosas muy difíciles.
Delle Ali y Harry Kane celebran un gol con el Tottenham / EFE
Su pasado como jugador y entrenador de Espanyol le hacen vivir este partidos como si de un derbi catalán se tratase. El argentino comentó en rueda de prensa que el “ama al Espanyol”, algo por lo que “nunca podría entrenar al Barça”.
El viaje de los azulgrana a Londres no será nada sencillo. Ante ellos tendrán a un rival que desea empezar a ser grande en Europa y que quiere brindarle el primer triunfo en la Champions League a su afición. De lo que no cabe duda es de que en el césped de Wembley se vivirá uno de los grandes partidos de la competición.