El empate del Barça con el Girona en el Camp Nou evidenció varias cosas a corregir. Mientras que la elección del once inicial por Ernesto Valverde fue cuestionada por sus excesivas rotaciones en la línea media del equipo, hay otra zona del campo que quedó en evidencia.
Tres defensas del equipo azulgrana evidenciaron que no pasan por su mejor momento o que tienen sus pensamientos encarados a otros asuntos. Tanto Piqué y Lenglet, que partieron en el once inicial, como Samuel Umtiti, que entró desde el banquillo en el segundo tiempo, fueron señalados por su falta de actitud.
Sobretodo porque en los dos goles recibidos pudo verse a una defensa apática que, pese a que intentaba llegar al balón, era superada por los atacantes rivales.
Actitud a medias
El más veterano de los tres, Gerard Piqué, no guardará un buen recuerdo del encuentro contra el Girona. El central catalán fue superado en demasiadas ocasiones por los rivales, tanto por colocación como por velocidad. Si bien marcó el gol que supuso el empate definitivo, no evitó que volaran dos puntos del Camp Nou.
Gerard Piqué se lamenta durante el partido frente al Girona / EFE
De hecho, la falta de contundencia de Gerard Piqué quedó retratada en los dos goles de los gerundenses. En el primero Stuani consigue hacerse con el balón estando marcado por el central y el segundo, se lanza para evitar el avance de un Portu que, tras caerse, es capaz de levantarse y recuperar el esférico mientras Piqué sigue en el suelo.
El inicio de temporada del canterano está siendo más vistoso por sus actos personales que por el juego serio y preciso al que tenía acostumbrado a la afición azulgrana. Su affair con el vídeo de Griezmann o las salidas de tono en la vía pública son lo que le hacen ser noticia.
Necesita mejorar
Clément Lenglet disfrutaba de titularidad en su nuevo estadio y no pudo acabar el partido. El central pecó de inocencia en una acción que marcó el devenir del encuentro. Con el marcador a favor del Barça el francés realizó una acción de lo más imprescindible y terminó expulsado.
Habiéndole ganado el balón a Pere Pons, Lenglet levantó demasiado el codo e impactó en el rostro del jugador del Girona. El colegiado, asistido por el VAR, no dudó en mostrarle la tarjeta roja directa.
Gil Manzano muestra la tarjeta roja directa a Clement Lenglet en el Barça-Girona / EFE
Si bien se trata de lances del fútbol, Clément Lenglet no pareció estar ubicado en la zaga del Barça y cometió un error que le costó puntos al equipo.
Salir del paso
Para remediar la falta de un defensor, Ernesto Valverde optó por retirar a Dembélé en el descanso y dar entrada a Samuel Umtiti. Pese a que el aspecto táctico quedó cubierto, la actitud del francés no fue la más beneficiosa para el equipo.
Ésta queda retratada en el segundo gol. Si en la carrera inicial de Portu el francés se desentiende pensando que Piqué se hará con el balón, se muestra igual de apático en el rechace, dejando pasar un esférico cazado por Stuani y que se convertiría en el segundo gol del Girona.
El encuentro continuó y la calidad de los jugadores del Barça pudo salvar un punto. Sin embargo, los zagueros no tuvieron su mejor noche y lo que más preocupa es su actitud y esfuerzo cuando se estuvo por debajo en el marcador.