El mercado de fichajes del Barça fue movidito. Conisguió reforzar el centro del campo y la delantera, así como conseguir a un cuarto central --Clément Lenglet-- pero la secretaría técnica se olvidó de los laterales. El equipo no cuenta con un recambio natural para Jordi Alba y tampoco contempló la incorporación al primer equipo de un lateral derecho --dada la presencia de Nelson Semedo y la versatilidad de Sergi Roberto-- para intercambiarse en esa posición.
Aun así, consiguió fichar a uno de los laterales que más destacaron durante el Mundial de Rusia. El senegalés Moussa Wagué. A, que con tan solo 19 años se ha convertido en el carrilero indiscutible de la selección africana. La marcha de Dani Alves en 2016 dejó un vacío en el equipo que todavía nadie ha sabido suplir con garantías. Sergi Roberto desborda y se vuelca en ataque, pero deja en evidencia sus carencias defensivas. Aleix Vidal pasó de puntillas por el equipo y Nelson Semedo va por el mismo camino. Uno de los predilectos para suplir esa posición es Héctor Bellerín, pero el Arsenal no quiere deshacerse de uno de sus pilares en defensa.
La solución está en casa
Si los problemas en defensa persisten y la secretaría técnica no encuentra en el mercado un relevo de garantías, la solución podría estar en casa. El club fichó al senegalés este verano y, aunque de momento tiene ficha del filial --aunque no ha debutado a causa de una lesión-- se espera que su proyección vaya a más.
Desde la dirección deportiva observan con atención la evolución del jugador y una vez esté disponible escucharán la opinión de García Pimienta. Su perfil lo ha convertido en uno de los candidatos claros a acabar en el primer equipo, aunque la transición sería de forma gradual. Un jugador con vocación ofensiva, físico y de gran velocidad, algo indispensable para el juego del Barça, pero que no olvida que pertenece a la línea defensiva.