Philippe Coutinho aterrizó en el Camp Nou en las navidades pasadas. Hubo que esperar hasta entonces para resolver un culebrón que ya el verano anterior había dado mucho que hablar, con el Liverpool no dando su brazo a torcer y el jugador tratando de forzar su salida sin éxito.
De este modo, el joven centrocampista se integró en la estructura blaugrana a mitad de la última temporada. Una incorporación tardía a la que hay que añadir su ausencia obligada en la Champions League por haber jugado antes esta competición con el conjunto inglés.
Estas circunstancias marcaron a fuego la primera (mitad de) temporada de Coutinho en el Barça, que sirvió casi más como periodo de adaptación del jugador a las dinámicas y el juego del plantel culé.
Arranque desde el inicio
Pero este año ya es diferente. Cou –nombre con el que le conoce su entorno más cercano- ha empezado este curso con todos los deberes aprendidos. Sabiéndose una pieza clave del equipo, el brasileño ya ha resultado vital en algunos de los partidos disputados.
El propio Camp Nou está encantado con él, por sus detalles de calidad y por la frescura que da al juego de ataque del equipo, especialmente en el último tercio del campo, ahora que sobre el césped ya no está el gran Andrés Iniesta.
Apoyos en el vestuario
En la buena adaptación de Cou han tenido mucho que ver dos de las voces más autorizadas del vestuario. Tanto Leo Messi como especialmente Luis Suárez han mostrado una enorme sintonía con el brasileño desde su llegada a la Ciudad Condal. Los tres latinoamericanos acostumbran a hacer vida en común en sus días libres, compartiendo junto a sus familias momentos de descanso y diversión.
A ello se añade el hecho de que el ex del Liverpool se siente también muy arropado por el resto de brasileños de la plantilla. A pesar de que Paulinho, al que le une una gran amistad, salió este verano, en estos meses han llegado Arthur, Malcom y Rafinha (de vuelta de su cesión al Inter).
Coutinho tiene muy buena sintonía con Suárez y Messi / FCB
Todos ellos forman un grupo de confianza mutua en el que apoyarse cuando las cosas vienen mal dadas. Y también con ellos está descubriendo la ciudad que le acoge desde hace menos de un año.
Incorporación paulatina
En lo deportivo, los técnicos blaugranas, aun convencidos de la importancia clave del jugador, han decidido que éste arranque el año de manera paciente. Así ocurrió por ejemplo en el primer partido de esta Liga contra el Alavés, en el que Cou salió al campo en el descanso, después de ser uno de los últimos en reincorporarse a la disciplina culé con motivo del Mundial.
Contra la Real Sociedad, en la última jornada, ocurrió lo mismo, tras su largo viaje de regreso después de la concentración con la Selección Brasileña.
Claridad y frescura
En ambos casos Coutinho respondió igual de bien a lo que necesitaba el equipo, tras arranques dubitativos del Barça en los dos partidos mencionados. El brasileño aportó claridad de ideas, verticalidad y desborde a conjuntos que se estaban mostrando atascados e inofensivos.
La importancia de Cou se ve también en las cifras conseguidas por el equipo en las segundas partes, donde ha participado siempre el siete blaugrana. El plantel ha logrado en los seis partidos oficiales disputados veinte goles. De ellos sólo 5 han venido en los primeros tiempos, por los 15 de los segundos. Las cifras hablan por sí solas.