Sergi Roberto es el comodín de los entrenadores del Barça. Desde que Luis Enrique lo convirtiera en lateral indiscutible del equipo, el de Reus se ha hecho un hueco en el once titular en la línea defensiva del equipo. Tal y como dijo Lucho cuando le convocó con la Selección Española: es el jugador total. Su versatilidad permite al Barça contar con un jugador que puede jugar en cualquier línea del campo, pero que en la última de ellas sufre según el rival que esté enfrente.
Su perfil es claramente ofensivo y organizador. Buena visión de juego, regate, técnica y entrega a la camiseta. Un terremoto silencioso que sabe cómo hacer daño a sus rivales. El problema: tiene dificultades en tareas defensivas y su posición, al menos actual, es lateral. Pese a que el equipo agradezca sus incorporaciones como carrilero, Sergi olvida en ocasiones su espalda. Jordi Alba, al contrario, ha hecho suya la banda izquierda. Tanto en zona ofensiva como defensiva, va y vuelve constantemente y encierra a sus rivales, mientras que el de Reus todavía tiene problemas de permuta, contención y cobertura.
Su rendimiento no se cuestiona y su compromiso tampoco, pero no ha empezado al temporada al mismo nivel que acabó la pasada. Al menos por ahora. El primer error del '20' azulgrana dio el primer susto al Barça frente al Huesca. El 0-1 de los aragoneses en el minuto 2 de partido, no vino por su banda, pero el lateral perdió la marca a la espalda muy fácilmente y permitió a Cucho Hernández rematar casi sin oposición.
Error similar frente a la Real Sociedad
Ernesto Valverde quiso iniciar las rotaciones en Anoeta y, dada su falta de minutos con la selección, decidió no darle descanso y alinearle en la medular junto a Rafinha y Rakitic. El de Reus no estuvo fino, aunque tampoco ninguno de sus compañeros en la medular. El croata estuvo muy solo para contener las acometidas y contraataques de los vascos. Rafinha estuvo inspirado, pero acusó la falta de minutos y Sergi Roberto no jugó con la fluidez habitual. En una posición que requería más perfil ofensivo, parecía que escuchaba las voces de su 'yo lateral' para acudir en defensa.
El gol de la Real vino cuando Semedo ocupaba la banda derecha en defensa. El despeje rebotó en el rostro del '20' y dejó el balón casi muerto para el remate a placer --aunque muy bien definido-- de Elustondo. La marca era de Semedo y Sergi perdió la suya. Volvió a ocupar la posición de lateral en vez de cerrar líneas de tiro.
Pese a errores puntuales, el Txingurri cuenta con el de Reus para la medular y la línea defensiva. Siempre ha salido en defensa del que ya es cuarto capitán del equipo. Pese a que Semedo es más físico, el técnico azulgrana lo dejó claro: “Hay que buscar el equilibrio entre el aspecto defensivo y el ofensivo”.
Los fantasmas de su nivel defensivo empezaron hace dos años frente al Manchester City y el PSG, una situación que solventó él mismo. Esta temporada han regresado demasiado pronto. Quizás Valverde lo ve como una oportunidad con suficiente margen de mejora para que Sergi corrija sus carencias defensivas o vuelva a recuperar el olfato de centrocampista que le llevó al primer equipo