Toque de atención a la nueva promesa del Barça

El Barça B ha arrancado la temporada con dudas. El filial blaugrana acumula sólo una victoria en los cuatro primeros partidos en Segunda B, competición a la que ha regresado tras el fracaso del pasado año en la división de plata del fútbol español. 

El segundo equipo culé acumula otros datos preocupantes, como la dificultad para hacer gol en los partidos de casa (cero goles en dos encuentros). Tras conseguir la primera victoria del curso a domicilio en la tercera jornada (0-1 frente al Sabadell), los blaugrana cosecharon un empate sin goles en el Mini Estadi ante el modesto Peralada.

Sólo cuatro puntos de los 12 posibles es el pobre balance del equipo que dirige Javier García Pimienta, un conjunto muy renovado respecto a la campaña anterior y en el que destaca el gran número de chavales jóvenes recién ascendidos desde las categorías juveniles. Desde las oficinas del Camp Nou el mensaje es claro: el Barça B tiene que volver a ser el caladero de jóvenes promesas con capacidad para dar el salto al primer equipo. Otra cosa es conseguirlo.

Atracción en la gira

En esta línea de actuación el cuerpo técnico del primer equipo encabezado por Ernesto Valverde se llevó este pasado verano a Estados Unidos un numeroso grupo de canteranos del filial blaugrana. 

En la gira por territorio norteamericano un nombre destacó por encima del resto. En su debut con la camiseta del primer equipo, Riqui Puig deslumbró por su calidad y clarividencia a la hora de entender y elaborar el juego combinativo del equipo culé. Tal fue su aparición, que algunos medios especularon con la posibilidad de que el jovencísimo jugador (19 años) contase con ficha del primer equipo esta misma temporada.

Pero en el club entienden que hay que ir paso a paso. Puig es un centrocampista de enorme potencial, con maneras que recuerdan a algunas de las leyendas más recientes del Barça, pero todavía con muchísimo que aprender.

Reprimenda de su entrenador

Así se vio en la última jugada del encuentro de este fin de semana contra el Peralada, cuando el canterano perdió un peligroso balón para el equipo poco antes de que el árbitro pitase el final del partido, con el encuentro 0-0. Justo después de que sonase el pitido final, el entrenador del filial acudió al centro del campo y le recriminó dicha jugada a la joven promesa culé, en clara actitud pedagógica hacia su pupilo.

Riqui Puig

Así lo explicó Pimienta tras el choque: "Ha sido la última jugada del partido, yo iba hacia al árbitro le he visto allí y le dicho que, ostras, en el minuto 93 no podemos perder un balón tan arriesgado".

Errores como esos salen muy caros en equipos en construcción como el Barça B, repletos de jugadores con poca experiencia en el fútbol profesional. "Riqui es un grandísimo jugador que tiene que aprender, como el resto. Cuando mañana veamos el partido valorará la opción de saber decidir, al final ha sido una ocasión doble del Peralada, son chicos jovenes y están en ese proceso de aprendizaje", señaló el técnico del filial.

Aleñá: "Mi etapa en el Barça B se ha medio acabado"

En el encuentro también participó Carles Aleñá, jugador este año del primer equipo culé y en pleno proceso de recuperación de una lesión, después de lo cual se incorporará de manera definitiva a los entrenamientos de la primera plantilla.

“No se ha hablado de tiempos. A mí lo que me digan, el míster ya dijo que era circunstancial y espero que no sean muchos partidos, creo que mi etapa en el Barça B se ha medio acabado. Quiero quemar esta etapa hasta que me digan”, señaló Aleñá preguntado sobre el tiempo que seguirá integrado en el filial.