Leo Messi ha confesado uno de sus peores miedos en una charla que mantuvo con Ricard Torquemada en Catalunya Ràdio: los penaltis. Antes del partido de la Real Sociedad, se emitió la segunda parte de una entrevista grabada días antes, donde el argentino analizó el juego del Barça y elogió algunos de sus compañeros.
La carrera del '10' azulgrana está plagada de éxitos, pero los penaltis son un tema pendiente en la zurda del argentino. Pese a que anota la mayoría de los que lanza, Messi confesó que "el tema de los penaltis" es un asunto pendiente. "Me gustaría ser mucho más efectivo. Es muy difícil. No es lo mismo entrenarlo que tirarlos en un partido. Después entran muchas cosas en juego en un partido. Puedes tener una idea o algo ensayado, pero a la hora de la verdad es más difícil de lo que parece. El portero también tiene mucho que ver. Antes un balón cerca del palo no lo sacaban, y ahora sí". Algo que especialmente le recuerda a Argentina. El capitán de la albiceleste falló en 2016 el penalti que, quizás, hubiera dado la Copa América a su selección. También erró en el Mundial de Rusia frente a Islandia, aunque finalmente consiguieron clasificarse a octavos de final. Con el Barça los ha metido de todos los colores, pero también ha errado algunas penas máximas. De hecho, la estadística indica que falla uno de cada cuatro.
Evolución en el terreno de juego
Messi es el jugador total. Puede jugar en cualquier posición, pero los años y los distintos entrenadores le han llevado a ocupar distintas zonas --al menos de inicio-- en el terreno de juego. Ahora, con Valverde, Messi ha vuelto a la banda como extremo. Una situación en la que se siente cómodo. "Es un proceso normal que el jugador evolucione. Cuando debuté tenía 17 años, jugaba en otra posición y de otra manera. A medida que pasan los años el fútbol también cambió. Cambio mi manera de jugar, mi manera de moverme por la cancha, los compañeros y eso también ha hecho que evolucionara como jugador".
En cuanto a su evolución, también destacó su fase más solidaria. El argentino sigue siendo un peligro en el área --ganó la Bota de Oro la temporada pasada-- pero su mejora como asistente también ha beneficiado a sus compañeros. También fue el máximo asistente del equipo, algo que valoró muy positivamente. "En el último año creo que creí mucho dando asistencias, que acabaron o no en gol. En este sentido crecí mucho". Asimismo, las faltas le han convertido en uno de los lanzadores más temidos de Europa. También ha trabajado en su pierna derecha, algo a lo que se negaba casi siempre durante sus primeros años como futbolista profesional y al que todo el mundo consideraba como un 'zurdo cerrado'. "He aprendido también mucho en el lanzamiento de faltas, y con la derecha. Siento que fui creciendo como siempre, intento seguir aprendiendo y mejorar día a día".
Leo Messi, que ha reconocido que le gusta mirar fútbol por televisión, ha comentado que, por contra, no le gusta verse por televisión y que no tiene por costumbre seguir o repetir los partidos que ha jugado a lo largo de su carrera deportiva.
Análisis propio
Messi reconoció que no se analiza tras el partido. "No miro mis partidos por televisión. Ni los de cuando era joven ni del pasado más reciente. No me gusta mirarme y recordar cosas pasadas. Prefiero mirar adelante". Intenta mejorar algunos aspectos del juego, pero prefiere decidir en el momento. "La verdad es que no me gusta estudiar al rival antes de un partido. Los conozco desde hace tiempo, pero prefiero ir descubriéndolo durante el partido y tomar entonces las decisiones".
En sus horas libres, mira fútbol, pero poco del suyo. "Me gusta mirar de todo. La verdad es que miro todo lo que hay, intento seguir la liga nuestra, pero también el fútbol argentino, la Libertadores, aunque por cuestiones de horario es tarde. Lo sigo todo" sentenció.
Sus dos mejores socios
Cuestionado por el juego del Barça y la evolución del equipo, el argentino no tiene dudas. Se mantiene pese al paso del tiempo y el cambio de protagonistas. "Estábamos acostumbrados de ver tantos años a Busquets, Xavi e Iniesta en el centro, con quienes teníamos el 90% de la posesión cuando jugábamos. No hay otro Xavi en el mundo. Eran únicos con Iniesta, pero eso no quiere decir que los de ahora no sean buenos, son también buenísimos. Ellos hacían que el juego fuera vistoso, pero la manera y el estilo de juego del Barcelona no cambio nunca".
Ahora, sus socios más destacados son Luis Suárez y Jordi Alba. Luisito es uno de sus mejores socios dentro y fuera del campo. Su trabajo es incuestionable. "Tener a Luis delante es importante. Sabe generar una opción de pase, te hace un desmarque para otro compañero. Es el primero en presionar y en contagiar a los demás. Nos da mucho estando de '9' y para mí volver a ser extremo falso también me sienta mejor. Me siento bien en esa posición".
Una posición que va cambiando durante el partido. Como mediapunta, el enlace con Jordi Alba es imparable en muchas ocasiones. "Lo suyo ha sido una aparición mágica. Es importante tenerlo allí y saber que sin mirar voy a tirar y estar allí. Nos conocemos a la perfección. Sabe cuando voy a darle el pase. Muchas veces tendría que terminar la jugada. Tengo una conexión especial con él". Algo que se acentúa por el timing. "El momento justo es clave. Al igual que el momento del pase. Todo llega gracias al conocimiento que tenemos entre nosotros. Lo conseguimos trabajando en los partidos, en los entrenamientos, nos conocemos todos bien y eso nos permite hacer acciones en el momento justo" y concluyó: "Con la ayuda del lateral provocas también dudas al defensor y ese segundo de ventaja se puede aprovechar", especialmente cuando "los rivales se cierran con mucha gente dentro".