Ernesto Valverde se mostró contento al cierre del mercado de fichajes con las incorporaciones del equipo. Aunque hay jugadores con los que contaba y no llegaron (caso de Griezmann) y otros con los que también contaba y se fueron (Paulinho), el técnico vasco inició el curso con optimismo.
Los cuatro fichajes del verano están entrenando bien y, por el momento, han dejado buenas sensaciones en los minutos en los que han participado. La cuestión es que estos minutos todavía han sido muy pocos, especialmente si hablamos de partidos oficiales.
Tanto en la Supercopa de España como en los tres partidos de Liga el Txingurri ha apostado mayormente por jugadores que ya estaban el curso pasado y que él considera la columna vertebral de su equipo.
Decisión que, de todos modos, tampoco debería sorprender a nadie: las incorporaciones de los últimos meses han llegado sobre todo para completar la plantilla y para ir progresando poco a poco, no para tener una incidencia inmediata en el juego. Aun así, existe un caso que, por sus características, pinta algo peor que el resto si nos fijamos en los nombres incorporados en verano por el plantel blaugrana.
Una llegada imprevista
El brasileño Malcom llegó al Barça en una operación relámpago, en torno a la que prácticamente no existían rumores, y que fue posible gracias a la velocidad de la dirección deportiva que dirige Eric Abidal, adelantándose a la Roma en una operación que el club italiano prácticamente tenía hecha.
El problema para Vaverde es que el joven jugador brasileño no era ni mucho menos su primera opción para reforzar el ataque culé. Tras el mediático no de Antoine Griezmann, el técnico vasco solicitó la incorporación de William, del Chelsea, un traspaso que finalmente resultó también imposible.
Así llegó Malcom al Barça, prácticamente como una tercera opción con todavía mucho que demostrar para ganarse la confianza del entrenador y su cuerpo técnico.
Sin minutos por ahora
Muestra de estas reticencias está siendo la participación testimonial que ha tenido hasta el momento el jugador brasileño en los partidos oficiales del equipo culé.
Tras una buena pre-temporada, Valverde dejó a Malcom fuera de la convocatoria en el primer partido oficial del año, la Supercopa de España, en el que mostró su clara preferencia por Ousmane Dembélé. En el inicio de la Liga, las cosas tampoco han ido mucho mejor para el ex del Girondins de Burdeos, que sólo disputó seis minutos en la victoria del Barça por la mínima en Valladolid (0-1).
Inoportuna lesión
A esta falta de minutos se ha unido ahora una inoportuna lesión que le ha obligado a mantener reposo en los últimos días. Un esguince en el tobillo derecho del que no ha podido recuperarse a tiempo para la cuarta jornada del campeonato. Por lo que Valverde lo ha dejado fuera de la convocatoria para el partido frente a la Real Sociedad.
Así, al brasileño le queda todavía mucho camino que recorrer para hacerse un hueco en el equipo culé. Un trabajo a conciencia para ganarse la confianza de sus nuevos técnicos en una liga más exigente de la que procede.