Los mediocampistas de toque y calidad están muy cotizados hoy en Europa. No abundan en el continente los jugadores con capacidad para hilvanar el juego de un equipo y, al mismo tiempo, ser lo suficientemente solventes para no sufrir en defensa.



Uno de estos nombres es el de Adrien Rabiot. El centrocampista francés es a día de hoy una de las piezas más apetecibles para los grandes clubes europeos. Se trata de un jugador joven (23 años), pero que ya ha demostrado su capacidad para llevar las riendas de un club como el PSG.



Se da además una segunda circunstancia. Rabiot termina contrato en la temporada actual y su renovación con el club parisino no está ni mucho menos hecha.

Un verano movido

Estos dos factores ya alimentaron los movimientos para intentar fichar al galo el pasado verano. Entre los equipos interesados, el más contundente fue el Barça, que trató por todos los medios de acercar posturas con el jugador y el club parisino.



Aunque la opción de fichar a Rabiot acabó esfumándose, desde el Camp Nou se sigue considerando prioritario el fichaje del joven centrocampista. Así lo entiende el actual director deportivo culé, Eric Abidal, gran valedor de la llegada de su compatriota al conjunto blaugrana.



Tal es el interés que el Barça planea hacer un segundo intento serio en el próximo mercado de invierno. Para ello pretende jugar la baza de la expiración de contrato de Rabiot a final del curso: antes de dejarlo salir gratis en junio, el PSG podría aceptar su salida unos meses antes a un precio por debajo de mercado.

Adrien Rabiot, el medio del PSG pretendido por el Barça | EFE

Más pretendientes

El problema para el equipo que dirige Ernesto Valverde es que la competencia para llevarse al galo será feroz. Hace unos días salió a la luz pública un encuentro entre el entorno de Pep Guardiola y el jugador para trasladarle el interés del Manchester City en sus servicios.

Esta misma semana, medios franceses como L’Equipe, añadían otros dos nombres a la lista de candidatos que están detrás de Rabiot, Bayern de Munich y Chelsea. A ellos hay que sumar, además de al propio Barça y City, a Juventus y Tottenham, otros dos grandes que están sondeando el fichaje del galo.

Un duro rival

La cuestión para todos ellos es que enfrente se encontrarán a un duro negociador. La entidad que preside Nasser Al-Khelaifi está acostumbrada a que llamen a la puerta preguntando por alguna de las muchas estrellas con las que cuenta el plantilla.



Sin embargo, la reacción del club parisino suele dejar con un palmo de narices a sus rivales en Europa. El PSG es a día de hoy básicamente un club comprador. Un equipo con caja suficiente para no tener que vender a sus grandes jugadores, a no ser que ellos mismos lo exijan.

Sin interés por renovar

Ahí entra la posición de Rabiot y su entorno. Desde Francia cuentan que el centrocampista no ha mostrado el mínimo interés por ahora para renovar, según se lo ha hecho saber su propia madre, Veronique, a los dirigentes del club francés. Posición que abre una ventana de esperanza para el resto de equipos interesados.



El problema está en que, además de en la planta noble del PSG, su actual entrenador Thomas Tuchel tampoco quiere dejarlo salir de ninguna manera, según advirtió en una entrevista esta semana. 



La situación por tanto se avecina caótica. Una auténtica batalla para hacerse con los servicios de uno de los centrocampistas más prometedores del continente.