La ausencia de Jordi Alba en la convocatoria de la 'nueva' selección de Luis Enrique no es solo una cuestión de medios de comunicación. El mejor lateral izquierdo del panorama español debería estar convocado por méritos y calidad. Su ausencia solo la entiende el seleccionador. Sus compañeros opinan lo mismo, pero pocos han tenido el valor de cuestionar, por ahora, una decisión de Luis Enrique. La prioridad es el éxito colectivo y todos ha dado su brazo a torcer.
Aun así, existen diferencias entre los pesos pesados y el seleccionador. Sergio Busquets, un intocable en 'La Roja', se sinceró ante las preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa previa al España-Croacia. El jugador del Barça y compañero de Alba en el club catalán dejó clara su postura ante la ausencia del lateral. "Como compañero lo echo de menos porque estoy acostumbrado a tenerlo, pero la decisión es del míster". Unas declaraciones muy meditadas, pero llenas de intención.
Luis Enrique manda, pero bajo presión
Luis Enrique es el jefe. Rubiales y el técnico asturiano han empezado la remodelación del combinado nacional. Primero han despojado a Sergio Ramos de su poder en el equipo para introducir una nueva metodología que desacomode a los jugadores, pero la presión de los internacionales sigue viva.
El '5' de 'La Roja' quiere ver a su compañero con la zamarra nacional y, pese a tener a Luis Enrique a escasos metros, no dudó en mandarle un recadito en forma de declaración. "Seguro que Jordi tiene ganas de venir y trabajará para que eso suceda, los compañeros estamos al margen, los que venimos estamos contentos y los que no, trabajarán para venir porque estar en la selección es un privilegio".
Algo que puede traducirse fácilmente. 'Busi' quiere a Alba en la selección y sabe que cumple con los requisitos que se le exigen. Si el lateral trabaja y cumple las expectativas, Luis Enrique deberá dejar atrás las rencillas del pasado. Además, las palabras no salen de cualquier jugador. Busquets es hoy por hoy el segundo capitán de la selección española. Sus 107 apariciones con la Roja le avalan y su peso en el vestuario es indudable. Una condición a la que quiso quitar hierro, pero que tambié le quiso recordar a Luis Enrique: "Desde que llegué he vivido un proceso largo, son muchos años y me siento importante. Lo de ser capitán o no te lo dan los partidos internacionales, pero me siento importante y respetado".
De momento, Sergio no quiere avivar la polémica. Mantuvo la educación y el respeto por su exentrenador en el Barça y actual en la selección y halagó su figura: "Es todo parecido a lo que viví en el Barça con él, para mí es perfecto porque ya lo conozco y lo tengo mucho más a mano". No dio pie a rumores sobre la mala relación entre Lucho y Jordi Alba, pero si la banda izquierda flaquea, presionarán al asturiano. El conflicto existe, y la ausencia solo la entiendo uno.