El primer partido de la Selección Española  con Luis Enrique al mando ha dejado una sensación generalizada de optimismo. La victoria de la Roja en Wembley, ante el cuarto clasificado del pasado Mundial, ha servido para insuflar esperanza en torno a un grupo que salió muy tocado de Rusia.



Cuando decidió aceptar la oferta de la Federación, el técnico asturiano ya tenía en mente su pequeña revolución para dar una sacudida al vestuario del combinado nacional.



La primera muestra de ella fue el anuncio de una lista con ausencias destacadas y la incorporación de jugadores jóvenes que no saben todavía lo que es ganar un título con la selección. Esa apuesta por savia nueva parecía un requisito imprescindible para abrir esta nueva etapa.



La cuestión es que el plan, por ahora, le está saliendo bien a Lucho. La selección logró una victoria de prestigio en su debut en la Liga de Naciones europea. Y, lo que es más importante, se mostró en largas fases del partido bastante superior a su rival.

El papel del medio campo

Con la salida definitiva de ilustres de la selección (Andrés Iniesta, David Silva, Gerard Piqué), Lucho tiene la tarea de forjar nuevos líderes en el combinado español. Jugadores que sean capaces de llevar el peso de los partidos, aparecer en los momentos más difíciles y marcar las diferencias cuando toca.

A pesar de que el extécnico de Celta y Barça, entre otros clubes, se ha caracterizado siempre por su flexibilidad táctica y de estilo, hay una cosa en la Roja que parece innegociable. El centro del campo seguirá siendo en esta nueva etapa el pilar fundamental del combinado nacional. 

Aunque se han ido jugadores que se hicieron leyendas con la Selección, el fútbol español sigue dando sus mejores representantes en la medular del terreno de juego, circunstancia que necesariamente continuará marcando su estilo sobre el césped, por muchos matices que se incorporen.

Dos nuevos líderes

En esta posición del campo brillaron en Wembley dos jugadores en los que Lucho confía ciegamente. Saúl Ñíguez, autor del primer gol de España, fue la sensación de la noche en Londres. Mientras que Thiago Alcántara volvió a convencer a los que dudan de si su juego puede resultar efectivo en un equipo como el español.





Tanto el del Atlético como el del Bayern marcaron el ritmo del partido y, en varios periodos del encuentro, desarbolaron el medio campo inglés. Uno con su recorrido de área a área. Y el otro con la movilidad que otorga al balón.

En la agenda culé

Se da la circunstancia que ambos jugadores sonaron con fuerza en los últimos meses pare reforzar el medio campo del Barça en la temporada que recién arranca. Y el interés por ambos sigue encima de la mesa. Miembros de la junta directiva culé se han pronunciado a favor de la llegada del rojiblanco en declaraciones a Culemanía. El atlético gusta mucho en el Camp Nou, por su despliegue físico, llegada y calidad técnica.

Algo similar ocurre con el mayor de los Alcántara. Durante este verano el Barça sondeó la vuelta de Thiago después de que el Bayern le abriese la puerta de salida. Aunque finalmente club y jugador han decidido mantenerse juntos, la entidad blaugrana no descarta una nueva intentona. Un movimiento que implicaría el regreso de un jugador que conoce de sobra el estilo y los fundamentos del juego culé.