Busquets hace valer su estrategia de presión al Barça
El centrocampista blaugrana obtendrá lo que buscaba a la vuelta de la concentración con la Selección Española
10 septiembre, 2018 21:06Sergio Busquets es una pieza clave en el plan de Ernesto Valverde para optar a todos los títulos en el nuevo curso. El canterano es el último representante que queda del mítico medio campo que en su día conformaron el propio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Otros dos mitos del club blaugrana.
El de Badia del Vallès tiene desde hace años la consideración de crack mundial entre técnicos y compañeros de profesión, a pesar de que su impacto mediático sea menor al de otros jugadores de menos nivel.
Esta calidad y fiabilidad le convierten en un indiscutible en el Barça. Un hombre que, si nada se tuerce, probablemente acabará sus días en el fútbol de máximo nivel en las filas del conjunto culé. Así lo desea el centrocampista y su entorno, absolutamente vinculados a una institución a la que llegó siendo un crío.
Un objetivo claro
Consciente de esa posición, y convencido de que merece equipararse a otros compañeros de vestuario con jugosos contratos blindados por varios años, Busquets fue de los primeros en llamar a la puerta de la directiva blaugrana este curso. El objetivo: mejorar sustancialmente un contrato que se firmó hace apenas dos años (septiembre de 2016), fecha que corresponde a la última mejora salarial del canterano.
La cuestión es que, si nada se tuerce en el último momento, el medio centro defensivo barcelonista pasará por caja a la vuelta de la concentración con la Selección Española. Aunque no hay fecha oficial para la firma, en el club dan por hecho que ésta será la primera de una lista de renovaciones que también incluye a jugadores como Jordi Alba e Ivan Rakitic y que se irán solventando según avanza la temporada.
Hasta 2023
El de Badia, de 30 años, firmará un contrato que asegura una mejor salarial que hasta ahora aparecía en base a una serie de objetivos. Este incremento en su nómina aparecerá ahora como fijo, tal y como ocurre con otras estrellas culés que renovaron sus contratos el pasado curso.
A ello se añade el blindaje de los dos años de contrato que Busquets tenía como opcionales, y que vincularán al centrocampista con el Barça hasta 2023. También se amplía su millonaria cláusula de rescisión, que pasa de 200 a 500 millones de euros.
Finalmente, en el documento con el sello del canterano se incluirán varios pluses que contemplan, por ejemplo, un dinero extra si el jugador acaba su carrera en el conjunto blaugrana. Una recompensa a la fidelidad mostrada por unos colores que el jugador parece no tener intención de abandonar.
Blindaje ante un mercado imprevisible
De esta manera, jugador y club se blindan ante posibles rumores dentro de un mercado cada vez más imprevisible y con cifras hasta hace poco inconcebibles.
Igualmente, se inicia así en el Barça un plan de renovaciones que sin duda afectará a la caja del club barcelonista, ya muy tocada. Un mal necesario para mantener en la plantilla a algunos de los mejores jugadores del mundo, pretendidos por clubes con mayor capacidad financiera que el blaugrana.