Dembélé y Coutinho son, hasta la fecha, los dos fichajes más caros de la historia del Barça. Primero llegó el francés, y meses después, en el mercado de invierno, el brasileño. Con perfiles muy distintos, pero con características ofensivas muy definidas. Llegaron para suplir a dos bajas. El 'mosquito' la marcha de Neymar y Coutinho, la futura retirada de Iniesta.
Pese a ocupar, a priori, dos posiciones distinas en el terreno de juego, el bajo rendimiento del francés en su primera temporada en el Barça y la rápida adaptación del brasileño al juego azulgrana más su inspiración de cara a portería han planteado muchos interrogantes a Valverde. La irrupción de Dembélé este curso es evidente. El técnico azulgrana le ha dado confianza y de momento está en el once inicial del Barça, pero no es perfecto. Suma goles y desborde a la vez que en ocasiones muestra falta de experiencia y comete errores en la ejecución de las decisiones. Dos caras en un mismo jugador que necesita encontrar continuidad.
Cambio de sistema
Con el regreso del 4-3-3 al Camp Nou, parece ser que el francés tendrá el extremo derecho asegurado. Coutinho debería heredar la posición de Iniesta, pero en tareas defensivas se le ve perdido y su actuaciones como mediapunta han enamorado en Can Barça, especialmente a base de goles. Valverde podría cambiar a un esquema de 4-2-3-1, con Messi, Coutinho y Dembélé por detrás de la referencia ofensiva, Suárez. Pero este no es el juego del Barça. Muy vertical para un equipo de toque.
Valverde tiene un equipo competitivo, pero tiene un puzzle que resolver y debe tomar decisiones. Coutinho podría convertirse en el extremo titular si Arturo Vidal o Arthur consiguen hacerse un hueco en la medular. Un rompecabezas que se verá resuelto según el rendimiento de los jugadores y las propuestas de cada partido. De momento, Dembélé parte con ventaja --al menos hasta ahora en tres partidos oficiales-- para ser el acompañante de Messi y Suárez.
Aun así, si no consigue regularidad, Coutinho es una opción segura en la delantera. Le gusta estar cerca del área, sobre todo alrededor de la media luna, y se entiende a la perfección con el '9' y el '10' azulgranas. Si Coutinho no consigue adaptarse al centro del campo, el carioca se verá desplazado a la línea ofensiva. Un movimiento que supondría la suplencia del francés.