Éric Abidal está forzando la máquina. Desde el Forum Grimaldi de Mónaco, donde se celebró este jueves el sorteo para confeccionar los grupos de la Champions, el exjugador pasó a la acción.
Tras cerrar los fichajes de Arthur, Lenglet, Malcom y Arturo Vidal, el secretario técnico del Barça persiste en la misión de fichar a otro centrocampista. Esa es la voluntad de Ernesto Valverde.
El galo, que ha realizado una excelente y necesaria limpieza de plantilla con numerosas ventas (Lucas Digne, Deulofeu, Yerry Mina, Marlon, Arnáiz) y cesiones (André Gomes y Paco Alcácer), solo tiene pendiente colocar a Rafinha. El Betis y el Benfica son los candidatos.
En el apartado de llegadas, el objetivo es un centrocampista de primer nivel. Si llega, Coutinho pasará a desempeñarse como delantero, sentando a Dembelé en los partidos importantes.
El problema es que el preferido es imposible antes del 1 de septiembre. Paul Pogba no saldrá del Manchester United porque los de Mourinho no pueden fichar.
El centrocampista galo es el favorito para reforzar la plantilla en el mercado de invierno, del mismo modo que lo hizo Coutinho el curso pasado.
Rabiot, la principal vía abierta
Sin embargo, la vía para apuntalar el centro del campo el 31 de agosto sigue abierta. La apuesta de Abi no es otro que Adrien Rabiot, descartado por Deschamps para el Mundial.
Con solo un año de contrato en vigor con el PSG, el Barça aspira a sacarlo por unos 50 millones de euros en la recta final del mercado. Y Abidal ha ido a Mónaco a negociarlo.
El club parisino, asfixiado por los límites del Fair Play Financiero de la UEFA –acaba de vender a Guedes al Valencia por 40 millones de euros–, podría transigir para aliviar sus cuentas.
Además, Nasser al Khelaifi es consciente de que el jugador podría marchar libre dentro de un año. En ese caso, los parisinos perderían una suma de dinero que se podrían llevar ahora.
Abidal aprieta las tuercas
Ese seguirá siendo el principal argumento de Abidal, que no tirará la casa por la ventana. El Barça no pasará de 50 millones por Rabiot.
En caso de que las negociaciones se pongan muy tensas, especialmente ahora que el Manchester City parece entrometerse, Abidal se olvidará del asunto. Pero no de buscar otro fichaje.
El duro resultado del sorteo de la Champions prácticamente obliga al Barça a firmar una nueva alternativa para la plantilla. Los azulgrana se medirán al Tottenham, el PSV Eindhoven y el Inter de Milán.
La actual plantilla del Barça está preparada para afrontar el primer tramo de la temporada, pero en caso de lesiones podría sufrir. Por este motivo, la prioridad del club pasa por atar un último refuerzo.