La limpieza en el vestuario del FC Barcelona está a punto de finalizar. Y lo cierto es que las bajas producidas han superado todas las expectativas.
Los capos del vestuario del Barça están felices de perder de vista a jugadores que no sumaban, sino que debilitaban una plantilla que aspira a ganarlo todo. Especialmente, la Champions.
Leo Messi, que organizó el martes por la noche una cena de hermandad con Luis Suárez, Piqué, Coutinho y los demás cracks del primer equipo, estaba especialmente satisfecho.
El astro argentino esperó incluso a que Paco Alcácer hubiese sido presentado como nuevo jugador del Borussia Dortmund para reunir a todo el equipo. La sintonía con el delantero valenciano era escasa.
Los pesos pesados tampoco se entendían con André Gomes, otro jugador cuya salida ha generado un cierto alivio en la plantilla. También la de Yerry Mina, muy limitado en lo futbolístico.
Prácticamente todos los jugadores que no rindieron el curso pasado están ya fuera: Deulofeu, Digne, Aleix Vidal y los citados Mina, Alcácer y Gomes.
La llegada de Eric Abidal ha sido clave para trasladar a la junta directiva la opinión de los pesos pesados del vestuario. Buena parte de la herencia de Robert Fernández ha sido dilapidada.
Robert hizo bueno a Zubi
Se dijo en su momento que Andoni Zubizarreta había sido un mal director deportivo, pero la realidad es que su labor ha sido brillante si se compara con los fichajes de Robert.
En su primer año, tras ganar Bartomeu las elecciones de 2015, el club solamente cerró a Arda Turan y Aleix Vidal. Ambos están ya fuera del Barça.
En su segunda temporada, el ex futbolista de Barça y Valencia fichó a Paco Alcácer, André Gomes, Samuel Umtiti, Lucas Digne, Jasper Cillessen y el repescado Denis Suárez.
Mientras que el pasado verano cerró las contrataciones de Paulinho, Dembelé, Semedo, Deulofeu, Marlon, Coutinho y Yerry Mina. La mayoría están fuera.
De esos 15 futbolistas contratados a instancias de Robert Fernández, tan solo permanecen en el FC Barcelona un total de seis jugadores. Algo que habla negativamente de su gestión deportiva.
Buena gestión de Abidal
En este sentido, la llegada de Abidal se está descubriendo como fundamental para reconstruir el equipo y, sobre todo, para recuperar un espíritu negociador que parecía extinguido en el Camp Nou.
Por primera vez en muchos años, el Barça ha sabido fichar a precios razonables y vender asegurando interesantes sumas de dinero para la entidad.
Los jugadores que no han podido ser traspasados pero que no contaban para Valverde, como André Gomes y Paco Alcácer, han sido cedidos a cambio de cantidades de dinero superiores a los dos millones de euros.
Rabiot, la única vía abierta
Además, en varias de las ventas producidas, Abidal ha incluido cláusulas por las cuales el Barça se reserva el 50% de los ingresos de una futura venta del futbolista. Un ejemplo de ello ha sido el ya ex jugador del filial José Arnáiz, ahora en las filas del Leganés.
Las llegadas de Arturo Vidal, Arthur, Malcom y Lenglet, en cambio, generan ilusión y por ello Messi ha querido integrarlos desde el primer momento. Qué mejor que una buena cena.
A falta de lo que ocurra con Rafinha y de una posible sorpresa más en el mercado de fichajes –el único que puede llegar es Rabiot–, la plantilla está cerrada. Y los capos así lo celebraron.