El Barça mantiene su presión al Real Madrid. El equipo de Hansi Flick no seduce porque le faltan chispa, pegada y equilibrio. Las lesiones han sido una pesadilla para el técnico alemán, que la pasada temporada se impuso en los cuatro duelos contra el eterno rival. En la Liga (dos), en la Supercopa de España y en la Copa del Rey.
Tiene mucho margen de mejora el Barça. Flick sabe que debe corregir muchos errores y esperar la mejor versión de algunos futbolistas clave. El martes, contra el Olympiacos, el equipo debe ofrecer ya algunos síntomas de recuperación. En el Bernabéu, cinco días después, le espera un Madrid con sed de venganza.
1. Lamine Yamal
El delantero de Rocafonda es la estrella del Barça. El futbolista más desequilibrante. Esta temporada ha participado en seis partidos en los que ha marcado dos goles y ha dado cinco asistencias. Unos problemas de pubalgia han sido un martirio para Lamine Yamal.
Lamine Yamal felicita a Ronald Araujo por el gol de la victoria en el derbi Barça-Girona
Hansi Flick está preocupado. Lamine jugó 60 minutos contra el Girona, pero está muy lejos de su mejor forma. Le falta ritmo. Necesita partidos, pero el técnico espera que esté muy motivado en el Bernabéu. Será su mejor arma.
2. La presión alta
El Barça tiene menos hambre que hace un año. O eso parece. El equipo no presiona igual que la pasada temporada. Rashford, por ejemplo, es menos intenso y generoso que Raphinha, que sigue lesionado. La defensa sufre mucho, las ayudas no llegan y Szczesny no es Joan García.
Marcus Rashford, durante el Barça-PSG
3. Equipo menos dinámico
Flick tiene muchas bajas. En Madrid no jugarán el portero titular ni el delantero centro. Ni Joan García ni Lewandowski. Y Raphinha sigue sin entrenarse. Tampoco estará disponible Dani Olmo. La gran solución para el técnico del Barça puede ser Fermín López, el futbolista más dinámico e intenso del equipo. El técnico también necesitará la mejor versión de Frenkie y Pedri, consciente de que la batalla del Bernabéu puede decidirse en el centro del campo. Con el balón, el grupo azulgrana se siente fuerte. Sin él, es mucho más frágil.
