Joan Lapora, en la asamblea de compromisarios FCB
La colección de mentiras con las que Joan Laporta deleitó a la audiencia, presencial y telemática, de la pasada Asamblea General Ordinaria, fueron tantas que es preciso hacer un cribado para resaltar las más importante, entre las cuales, la que acaparó la mayoría de titulares: que la UEFA quería apartar al Barça de la Champions League.
Pero no, no se engañen. No era ni es la UEFA la que, llegado el momento, apartaría al Barça de la Champions, sino la gestión de Laporta que ha incumplido, incumple e incumplirá leyes, ordenanzas y disposiciones, tanto las deportivas como las no deportivas. Conocidos sus dislates, van desde inscribir jugadores fuera de plazo con la ayuda política final del CSD hasta culpar al Ayuntamiento de Barcelona del retraso de la vuelta al Camp Nou.
Es la táctica demagógica del “contra todo y contra todos”, en la que él es el principal protagonista de los episodios más extraños. Durante los mandatos de los denostados Rosell y Bartomeu los barcelonistas no supimos que era eso del “fair play” financiero y la regla del 1:1. Llegó Laporta y va hacia el quinto año de caminar por la cuerda floja a base de engaños, como las palancas, y despilfarros que van desde comisiones astronómicas de 50 millones (por cierto, Darren Dein va diciendo que a él solo le corresponde el 20% de esos 50 millones de comisión) a multas multimillonarias de la UEFA.
Y a eso queríamos referirnos. A esa posibilidad de que la UEFA eche al Barça de la Champions. Hace unos meses desvelamos lo que el auditor Grant Thornton reflejó en su trabajo de la temporada 2023/24, cuando puso énfasis en el peligro que corría el club caso de no rebajar su Patrimonio Neto negativo al menos en un 10% anual, como exige la normativa de la UEFA, hasta convertirlo en positivo. El máximo organismo europeo no quiere clubs quebrados en sus competiciones, porque eso propicia cambalaches a cambio de resultados deportivos, entre otros motivos.
Y llegó la multa de 60 millones, rebajada a 15 en un primer plazo de cuatro. Ese Patrimonio Neto, que ahora es negativo, lo dejó Bartomeu en 35 millones positivos. El problema comenzó cuando Laporta, en un ataque de necedad absoluta pasó, en marzo de 2021, a pérdidas las amortizaciones y devaluó activos sin motivo alguno, para cerrar su primer balance con 455 millones negativos, que se dice pronto, en los cuatro meses de su primer año de mandato. Fue el pecado original que motivó palancas desesperadas, que no fueron sino venta de patrimonio, cuyas consecuencias siguen arrastrándose. Y lo que queda.
Tengo para mí que Laporta ignoraba la normativa de la UEFA al respecto, lo que ya es grave “per se”. Y si lo sabía y aceptó tan peligroso reto, es que está incapacitado para dirigir al Barça. Si sigue en esa línea, será por culpa suya, y no de la UEFA, que irán cayendo cada temporada multas de 15 millones hasta llegar a las 60 iniciales. Lo siguiente será, eso sí, quedar fuera de la Champions. Una espada de Damocles que pende de un hilo muy fino y que, al paso que vamos, tiene posibilidades reales de caer.
¿Por qué? Veamos: el Patrimonio Neto, en virtud de las palancas fallidas por deterioradas y de la temeraria gestión económica, lejos de ser positivo subió la pasada temporada por tercera vez consecutiva. En lugar de rebajar un 10%, como señala la UEFA, aumentó de -134 millones a -152, según el auditor Crowe, cuando debió situarse a -120 para evitar otros 15 millones de multa de la UEFA, lo que llegará más pronto que tarde. De ahí que, para evitarla, Laporta deparara a Alexander Ceferin, presidente de la UEFA, en su última visita a Barcelona (con motivo del Barça-PSG) un trato propio de pelotillero besamanos. Cuando el cupo de multas llegue a 60 millones, como hemos dicho, se podría considerar esa exclusión de la Champions que, tan alegremente, dijo Laporta haber evitado. Pues no, sigue ahí, pendiente de lo que ocurra en los próximos ejercicios. Si el Patrimonio Neto no se sitúa a -135 millones o menos a 30 de junio de 2026, se habrá dado un paso más.
No, no es “contra todo y contra todos”. Es el Barça el que lucha contra los errores y las negligencias de Laporta. Sacar pecho porque se han ingresado 5 millones más de lo gastado en la temporada pasada 2024/25, es un argumento que ni un párvulo se atrevería a presentar como un éxito. La realidad fueron 17 millones de pérdidas, sin contar los 90 millones que, como por arte de magia (y de tener un cutis al cromo), Crowe y Laporta imputaron como pérdidas al ejercicio 2023/24, que estaba cerrado y aprobado en Asamblea. ¿Nadie lo ha impugnado?
Es el Balance de Situación el que señala el estado de salud del enfermo. Y éste no tiene un diagnóstico esperanzador y, por lo que a la UEFA respecta, ni el hecho de haber plantado Laporta a Florentino en el proyecto de la Superliga, va a librar al Barça de un castigo que, como hemos dicho, subsiste. Porque el peligro para el Barça no es la UEFA, sino Laporta.