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Robert Lewandowski celebra su gol ante el Valencia en el Johan Cruyff

Robert Lewandowski celebra su gol ante el Valencia en el Johan Cruyff EFE

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El futuro ‘9’ del Barça

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Aunque solo es octubre de 2025, el ritmo en un club tan grande como el Barça no para, hasta el punto que ya empiezan a sonar algunos nombres para afrontar el futuro de la plantilla del club, donde lo más relevante es la más que posible salida de Robert Lewandowski.

Ciertamente, ante un jugador que a finales de curso cumplirá 38 años, su continuidad no parece la mejor idea aunque el rendimiento del delantero ha sido más que bueno estas temporadas, por lo que el club debe tener visión de futuro y pensar en la próxima década y no en el futuro más inmediato.

Es evidente que Lewandowski podría seguir en el club una temporada más o, incluso, aceptar un rol de suplente, pero ni su ficha ni tampoco su figura hacen pensar que sea la mejor de las posibilidades ni la que el propio jugador aceptaría, por lo que tanto club como futbolista deben planificar como será su adiós del Barça en junio y, también, qué rol podría tener en un futuro cercano, pues puede resultar muy interesante tener a alguien tan mediático y profesional como Lewandowski ejerciendo algunas funciones en la entidad blaugrana.

Si sale Lewandowski empieza el debate sobre quién debe ser el nuevo delantero de referencia del Barça para la próxima década, donde evidentemente todos tenemos ya algunos nombres en mente, a cada cual más mediático y que generarían una ilusión desbordante.

En primer lugar, Deco y Flick deben analizar si Ferran Torres podría asumir este rol. Esta será su gran temporada para demostrar si está perfectamente capacitado para ser el 9 del Barça, o bien, si su lugar en el equipo debe ser otro. No es una decisión menor, ya que el jugador termina contrato en 2027 y lo que pueda pasar con su rol en el equipo determinará su futuro, tanto en el club como con su contrato, y quién tiene más fuerza en esta negociación.

Lógicamente, todos miramos al mercado de fichajes, donde hay un nombre que suena con más fuerza que otros como es el de Julián Álvarez, el delantero del Atlético de Madrid, mediático y que encajaría como un guante en el Barça, tanto por su juego como por su capacidad, tanto goleadora como de presión.

La araña podría ser la gran carta electoral de un Joan Laporta que se enfrenta a una reelección marcada por la situación económica del club y las obras del Camp Nou. Tener al relevo de Lewandowski atado podría ser su gran cartel para asegurarse un nuevo mandato, aunque sería una operación nada fácil.

El coste del jugador será elevado, por lo que el club debe analizar muy bien si la operación es realmente viable, si se le podrá inscribir, o bien si se añadirán jugadores a la operación para abaratar el coste, pues no en vano el Atlético siempre ha tenido preferencia por Ferran Torres, por citar un nombre.

Planea también el nombre de Haaland, terriblemente mediático, pero con un contrato astronómico y de muchos años con el Manchester City, y aunque nadie le puede negar la enorme calidad que tiene, sí se debería analizar si su juego encajaría con el Barça como ha hecho el de Lewandowski, para evitar un caso Ibrahimovic.

El noruego podría buscar nuevos destinos y Laporta lo sabe, dejando a un lado que el Real Madrid también sigue el jugador, pero esta operación podría ser, incluso, más complicada que la de Julián Álvarez, aunque más viable que los ya descartados Alexander Isak o Viktor Gyokeres, sueños imposibles.

Otros nombres que han sonado son los de Guirassy del Borussia Dortmund o Etta Eyong del Levante, que no despertarían tanta ilusión en un momento en el que sería necesario y ofrecerían dudas, ya que, por ejemplo, Eyong podría ser la típica apuesta que ya se debería haber realizado este verano a cambio de 3 millones, aunque estuviera ahora cedido en su actual club, pero no abonando los 30 millones que se piden hoy.

Y aunque parezca una quimera, no habría que descartar tan pronto a Ansu Fati, si finalmente el jugador consigue recuperar su mejor versión y el club sigue en una situación económica muy complicada. Si termina regresando será una buena noticia porque el jugador habrá vuelto a ser el que un día fue, pero, además, ofrece soluciones tácticas muy interesantes a Flick, que no ha creído nada en él esta última temporada, aparte que podría servir para que el Barça afronte alguna salida dolorosa de otro jugador para traer a Julián Álvarez.

Quien deberá estar muy atento es Marcus Rashford, cuyo futuro todavía es incierto y que dependerá no solo de su propio rendimiento, sino también de las opciones de mercado para el 9, así como del futuro de Ansu Fati.

Se viene un puzle curioso y complicado, por lo que hay que empezar a trabajar en un futuro que tiene que tener goles de color blaugrana.