Laporta saludando a los capitanes del primer equipo sin tensiones / FC Barcelona

Laporta saludando a los capitanes del primer equipo sin tensiones / FC Barcelona

Palco

La tercera rebaja salarial dispara la tensión en el vestuario del Barça

Laporta tiene claro que es necesaria una reducción de salarios para mantener a flote el club

21 mayo, 2021 03:03

La situación económica del FC Barcelona es prácticamente insostenible. La crisis del coronavirus ha dejado muy mermadas las arcas de un club que también es víctima de una gestión basada en el despilfarro. Josep María Bartomeu no supo imponerse a una hornada de estrellas caprichosas empeñadas en el “quiero más, y más, y más” y ahora el club paga las consecuencias porque estos futbolistas no están por la labor de hacer otro esfuerzo. Ante la posibilidad de una nueva rebaja salarial, el vestuario amenaza tensiones.

El nuevo presidente electo, Joan Laporta, está decidido a poner fin a esta inercia derrochadora, aunque de momento su primera acción ha consistido en aumentar todavía más la deuda. Pero, para ello, deberá enfrentarse a unos jugadores que llevan demasiados años acostumbrados a salirse con la suya. Fuentes del entorno del dirigente aseguran que está muy mosqueado por cómo los jugadores dejaron escapar una Liga que tenían a tocar. Una situación que le lleva a ser más exigente y menos comprensivo a la hora de pedir sacrificios.

Parte del vestuario apunta contra Messi 

En el lado del vestuario, en cambio, tienen una percepción muy diferente de las cosas. La habitual lectura individualista del futbolista va camino de imponerse bajo el siguiente argumento: “Ya aceptamos una rebaja en 2020. Luego, ha tocado hacer otro esfuerzo –la segunda no fue una rebaja sino una adecuación salarial para posponer en el tiempo una parte de los salarios adeudados–; pero no estamos por la labor de hacerlo por tercera vez”.

Leo Messi y Laporta se saludan cariñosamente antes de darse un abrazo / FCB

Leo Messi y Laporta se saludan cariñosamente antes de darse un abrazo / FCB

Leo Messi y Laporta se saludan cariñosamente antes de darse un abrazo / FCB

El malestar entre algunos futbolistas es tal que, incluso, se permiten criticar a Leo Messi por el contrato a 10 años que le está preparando Laporta. El astro argentino cobraría en ese periodo de tiempo lo correspondiente a dos años más en el Barça y, en su caso, no se le recortaría nada. Algunos miembros del vestuario consideran que es un trato de favor, injusto.

También hay miembros del vestuario mosqueados porque los medios de comunicación llevan días hablando sobre la limpieza que prepara Laporta. Son muy pocos los jugadores intransferibles que hay ahora mismo en la plantilla, como ya avanzó Culemanía hace unos días: Ter Stegen, De Jong, Pedri, Araujo, Mingueza, Ilaix Moriba y Messi son los únicos intocables. También se cuenta con Jordi Alba y Sergiño Dest, aunque no están blindados como los anteriores. El resto pueden salir, aunque los casos de Busquets y Piqué exigen delicadeza.

No a la 'tercera' rebaja

El periodista de Ser Catalunya Santi Ovalle abrió la veda y ofreció una información en esta línea durante la mañana del jueves: “Los jugadores importantes están predispuestos a sentarse con el club para hablar del salario si se lo piden. Pero recuerdan que es la tercera vez que se lo bajarían y lo ven difícil. No entienden que se hable a la vez de fichajes tipo Haaland y de una rebaja salarial”.

En Rac1, por su parte, explican que “los jugadores están molestos por las portadas de Mundo Deportivo y Sport de los últimos días, en las que se pone en venta a muchos de ellos”.

Joan Laporta y Mateu Alemany / EFE

Joan Laporta y Mateu Alemany / EFE

Joan Laporta y Mateu Alemany durante la campaña electoral / EFE

Laporta se enfrenta a su primera encrucijada con el vestuario: negociar esa tercera rebaja salarial (que en realidad sería la segunda). Al mismo tiempo, el presidente ya ha protagonizado algún episodio de tensión con Mateu Alemany, el principal partidario de reducir salarios y de mantener a Koeman en el cargo, evitando otra indemnización tan elevada como innecesaria.