La gran oportunidad de negocio que se abre al Barça sin Memphis es la cantera

La venta de Memphis Depay abre una importante oportunidad de negocio al FC Barcelona. Aunque se vaya por una cantidad irrisoria --tres millones fijos y uno en variables-- a un rival habitual en la lucha por la Liga, es un secreto a voces que el Barça gana más de lo que pierde con la salida del atacante neerlandés, que se reencontrará con Griezmann para formar en Madrid una dupla que debieron protagonizar hace un año en Barcelona. 

El dinero que libera Memphis 

Por un lado, con el dinero que libera Memphis --que se suma a los cinco millones liberados por Piqué y a los tres millones de beneficio por ganar la Supercopa de España-- el club debe inscribir operaciones rezagadas como las renovaciones de Araujo, Gavi, Balde e Iñaki Peña. Esta última es la más barata y la menos prioritaria, pero por las otras tres pasa buena parte del plan de futuro del club para los próximos años. No inscribirlos es como no tenerlos blindados, lo que significa estar expuesto a que aparezca un nuevo rico con la chequera repleta de dinero para llevarse a alguno de ellos. 

La salida del delantero oxigena la masa salarial: el club se libra de la mitad de su ficha (5,5 de los 11 millones brutos que cobra) y además ingresa 3/4 millones. Si la Liga obliga a aplicar la norma 1/3, significa que el Barça podría tener unos tres millones disponibles para nuevas inscripciones. 

Paralelamente, la junta de Laporta trabaja en otras vías como el incremento de ingresos por sponsors --han pasado de 189 a 212 millones y próximamente se espera la llegada de Philips a la manga de la camiseta-- para subsanar los 26 millones que se han dejado de ingresar con la prematura eliminación en la Champions League. Entre los 9M de Memphis, los 5M de Piqué, los 3M de la Supercopa y los 23M de patrocinios, el Barça ya podría compensar los 35 millones negativos que le detectó la Liga y aún le sobrarían cinco para Fair Play. 

Moral para Ferran, Ansu y Raphinha

Xavi ha manifestado públicamente que le gustaría atar una nueva incorporación para compensar la marcha de Memphis. Sin embargo, la gran operación que puede hacer el club va por otro lado. A la entidad no le interesa meter más competencia directa en la delantera, sino poder dar más oportunidades y confianza a jugadores que van faltos de ella, como Ferran Torres, Raphinha y Ansu Fati.

Ansu Fati, Raphinha, Robert Lewandowski y Kessié, los cuatro goleadores del Barça en Ceuta / EFE

Ansu Fati, Raphinha, Robert Lewandowski y Kessié, los cuatro goleadores del Barça en Ceuta / EFE

Los dos últimos están comenzando a recuperarla a base de goles. Los dos primeros han representado un coste de 65 millones de euros cada uno, entre fijos y variables, que el club debe intentar poner en valor. Si traen más competencia, se arriesgan a devaluarlos. 

La cantera, un arma de doble filo 

La solución del club pasa por dar confianza a la cantera. Hasta cinco delanteros del fútbol base han mostrado cualidades para poder participar con el primer equipo de Xavi en caso de ser necesario. Son muy jóvenes en su mayoría, algunos demasiado --Lamine Yamal tiene solo 15 años--, pero estamos hablando de perfiles que tendrían un rol residual en el equipo por dos motivos: serían el sexto delantero, que normalmente juega poco, en un Barça que está consolidando la idea de jugar con cuatro centrocampistas (Busquets, De Jong, Gavi y Pedri). 

Ángel Alarcón Galiot, joven canterano del Barça con gran proyección para el primer equipo / REDES

Ángel Alarcón Galiot, joven canterano del Barça con gran proyección para el primer equipo / REDES

Al Barça le interesa ofrecer esos minutos residuales a canteranos como Ángel Alarcón, Víctor Barberà, Ilias Akhomach, Estanis Pedrola o el propio Ilias. Incluso al argentino recién llegado, Lucas Román, que también es del año 2004, como Gavi y casi todos los otros citados salvo Pedrola (2003) y Yamal (2007). 

Los tres argumentos de Laporta

¿Por qué? Primero, porque ello ayuda a transmitir más confianza a los Ferran, Raphinha o Ansu que están bajos de moral. Segundo, porque supone reafirmar la apuesta del Barça por la cantera, con el ahorro salarial que ello implica y que tan necesario es en estos momentos. Tercero, porque en caso de que alguno despunte, puede confirmarse como alternativa real para el primer equipo o como una nueva vía de obtención de ingresos. Si no juegan, será más difícil que se revaloricen y puedan servir como una palanca económica, cosa que ya ha manifestado Laporta.