De Jong posa con Bartomeu y la prensa recoge el fichaje / FOTOMONTAJE DE CULEMANÍA

De Jong posa con Bartomeu y la prensa recoge el fichaje / FOTOMONTAJE DE CULEMANÍA

Palco

Frenkie de Jong, la carta salvadora de Bartomeu

El fichaje estrella de cara al próximo mercado de verano simboliza un lavado de imagen

24 enero, 2019 00:40

No han sido pequeños ni han pasado desapercibidos los varapalos que se ha llevado la actual junta directiva del FC Barcelona estos dos últimos años en materia de fichajes. En concreto, la mayor parte de las críticas ha recaído sobre Josep Maria Bartomeu.

El afable presidente del Barça, también conocido como Barto por sus amigos de toda la vida o como Nobita entre los miembros del vestuario, ha tenido que aguantar muchos y pesados chaparrones. Sin embargo, una vez más, se sobrepone al obstáculo.

Esta última semana, Bartomeu ha dado un golpe de autoridad sobre la mesa para concretar uno de los fichajes clave para la historia futura del Barça. El futbolista más cotizado del momento, llamado a marcar época en el centro del campo, ya es blaugrana.

La prolongación del modelo Cruyff

Frenkie de Jong cumple un sueño de niño con su fichaje por el Barça. Y el club cumple el objetivo de seguir contando con los mejores jugadores para ayudar a preservar el modelo que impuso en el Camp Nou, con permiso de Michels y Buckingham, el también holandés Johan Cruyff.

Curiosamente, De Jong ha sido comparado en infinidad de ocasiones con el propio Cruyff pese a jugar en posiciones distintas. El flaco era delantero, mientras que Frenkie es un jugador más posicional y retrasado en el césped que, sin embargo, maneja los partidos como nadie.

Así juega De Jong, el nuevo fichaje del Barça

Su exquisita visión de juego y cambio de ritmo han quedado plasmados tanto con sus actuaciones en el Ajax, clasificado para octavos de la Champions, como con la renovada selección de Holanda. Su fichaje es, pese a los 86 millones invertidos, una victoria incontestable de Bartomeu.

Neymar y Griezmann son historia

Sin duda, es la carta salvadora. El as en la manga de una partida de póker que amenazaba con ponerse fea después de los últimos incidentes ocurridos con grandes estrellas. Hace dos años, la fuga de Neymar. El verano pasado, el plantón de Griezmann.

Bartomeu, máximo responsable del club, fue señalado por aquellos fracasos. Buena parte del barcelonismo culpó a su gestión, también señalada por otros aspectos como el caso Neymar en los juzgados, la intentona fallida por modificar el escudo o los retrasos en las obras del Espai Barça.

Sin embargo, no hay que obviar que la presidencia del club entraña las más complejas dificultades y, pese a todo, Bartomeu ha cosechado unos logros tan o más importantes que sus errores.

Los tres argumentos para convencer a De Jong

Mantener a Leo Messi en la plantilla, y feliz, la capacidad de seguir llenando las vitrinas del museo de títulos o la consolidación de una política económica récord en ingresos son algunos de sus éxitos. Como lo fue sobreponerse a la marcha de Neymar y a la espantada de Griezmann con un equipo que demuestra, año tras año, ser el mejor del mundo aunque no gane la Champions.

No ha sido fácil. De Jong ha pasado a costar el doble de lo que se ofertó por él en verano, antes de que los grandes colosos de Europa lanzasen sus zarpas sobre él. Pero, finalmente, el holandés ha sabido escurrirse y priorizar tres factores: jugar con Messi, el modelo deportivo y la historia. Y Bartomeu tiene parte de la culpa, porque así se lo ha hecho ver.