Bartomeu, en peligro tras su Anoeta 2.0
La junta directiva del Barça queda muy discutida tras las últimas decisiones tomadas
29 enero, 2020 00:25Son tiempos difíciles en el Camp Nou. El Barça perdió este domingo el liderato de Primera División en el campo del Valencia (2-0), pero el problema no está solo en los números, sino en las sensaciones. Parece que el club ha perdido el rumbo por completo y que no hay una estrategia clara pensando en el futuro. Ni a corto, ni a largo plazo.
El último episodio se basa en la nefasta gestión del fichaje de un delantero centro como relevo para Luis Suárez. El mismo drama que el año pasado, cuando se fue Munir y acabó llegando Boateng en su lugar, se vuelve a repetir. La opción Rodrigo Moreno ha volado por los aires y el supuesto fichaje "bomba" es Tadic, un extremo. Mientras tanto, el club tiene apalabrada la venta de los únicos hombres dentro del club que pueden llevar a cabo ese papel de delantero reserva, Carles Planes y Abel Ruiz. La entidad está a punto de deshacerse de ambos sin tener un recambio cerrado. Otro tiro en el pie.
Esta junta directiva va perdiendo crédito cada día que pasa. A principios de enero despidieron a Ernesto Valverde, campeón de las últimas dos ligas, arriesgándose en exceso. Aunque la ilusión de su proyecto había desparecido, un cambio de entrenador a mediados de temporada no garantiza ningún éxito. De momento, Quique Setién no ha dado con la tecla adecuada.
Setién y Bartomeu en la firma de contrato del nuevo entrenador del Barça / FC Barcelona
Gran parte de los directivos no querían un cambio en el banquillo. El Txingurri no maravillaba con su juego, pero era una buena apuesta hasta verano. Si no se hizo el relevo en Anfield, no tenía sentido hacerlo ahora. La decisión fue del presidente Josep Maria Bartomeu, que se la jugó. Le puede salir muy bien o dejarlo demasiado expuesto y debilitado.
El máximo mandatario y dirección deportiva llevaban semanas tramando un plan para cambiar la cara al equipo. Setién reconoció contactos, así como Koeman, Pochettino o Xavi. Quedan los seis meses más importantes de la temporada y los jugadores todavía no entienden lo que les pide el cántabro. Es una moneda lanzada al aire que puede dejar a esta junta muy tocada de cara a las elecciones. Algo parecido sucedió en 2015. Entonces, salió cara.
Anoeta 2.0
Aunque Josep Maria Bartomeu siempre ha negado la posibilidad de avanzar elecciones, la presión de la masa social -que todavía no ha llegado- podría provocar que eso se precipitase. Ya se la jugó en 2015, tras una derrota en Anoeta contra la Real Sociedad (1-0), con Luis Enrique muy discutido.
Luis Enrique tras la derrota en Anoeta / EFE
La decisión del presidente fue mantener al asturiano en el cargo tras una fuerte discusión entre el entrenador y Leo Messi. Ese día en San Sebastián descansaron el argentino, Neymar y Piqué. Quien no continuó fue Andoni Zubizarreta, director deportivo, que fue despedido y se convocaron elecciones para el verano.
La suerte le jugó a favor y el asturiano pudo reconducir la situación con un pacto de no agresión con las vacas sagradas del vestuario. Se consiguió el triplete y Bartomeu arrasó en las urnas. El 54,55% de los votos fueron para él mientras que en segunda posición quedó Joan Laporta, con el 33,03%.
Una situación complicada
Si se mantienen los plazos previstos, a esta junta directiva les queda un año y medio de mandato, tiempo suficiente para conseguir algún título que maquille una gestión de la entidad muy discutible. El Espai Barça ha visto disparado su presupuesto, no se consigue una estabilidad en la plantilla y los estandartes de la entidad -como valores o La Masia- están más que cuestionados.
Josep Maria Bartomeu, en un acto público del Barça / EFE
Dos años después de ganar las elecciones, Bartomeu vio como el PSG le arrebataba Neymar Junior. Han pasado tres temporadas y el club sigue sin tener éxito en el mercado. Se firmó a Coutinho (120+40 millones de euros), Dembelé (105+40) y Griezmann (120) pero el rendimiento no es el que los aficionados esperaban.
Esto, sumado a todos los problemas anteriores y con una cara nueva en las elecciones -pues Bartomeu no podrá repetir como presidente-, hace que se complique mucho mantener el poder. De momento, no se dará el paso de avanzar los comicios y se confía en que Setién pueda reconducir la situación.