Joan Laporta escucha el himno de la Champions League en el palco del Spotify Camp Nou Culemanía
Laporta gana la partida a los 'hooligans' del Eintracht pero pierde la batalla de la animación en el estadio
Las restricciones de entrada impuestas por el presidente del FC Barcelona surtieron efecto entre los seguidores del conjunto bávaro
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El Eintracht perdió en el campo, pero ganó en las gradas (y de goleada). Los aficionados bávaros no causaron tantos estragos como en su última visita al Camp Nou. Ni mucho menos. Las restricciones impuestas por Joan Laporta en la previa al partido impidieron que el templo azulgrana se tornara blanco por momentos y, de este modo, revivir un ridículo absurdo del pasado. Asimismo, aunque las complicaciones en materia de seguridad fueron menores, la realidad es que el club alemán sí que ganó en un aspecto: la animación.
"Volem la Grada d'Animació"
Dicho varapalo llegó el mismo día que Jan anunció la celebración de una reunión con los socios de la "Zona Jove" el próximo jueves 11 de diciembre. El motivo de la congregación es simple: solucionar el dilema de la Grada d'Animació. Un debate candente que volvió a surgir de las tinieblas tras el choque contra el Eintracht.
Aficionados del Barça contra el Eintracht Culemanía
La grada del Camp Nou en el Barça-Eintracht de la Champions League EFE
Los seguidores alemanes eran pocos: 2.300, en principio. Sin embargo, la inferioridad numérica no fue un impedimento para que lograran hacerse escuchar. Sus bengalas y gritos de "Puta Barça" apagaron a los hinchas culés, que una vez más pidieron el regreso de la Grada.
Bengalas, insultos y lanzamientos de objetos
Esta vez no hubo más de 30.000 aficionados del Eintracht en el Camp Nou, como ocurrió el 14 de abril de 2022. Fueron muchos menos, pero igual de enérgicos y provocadores. Como si el estadio del Barça fuera su segunda casa, coparon gran parte del Lateral, separados de los seguidores barcelonistas por mamparas de protección.
Los aficionados del Eintracht encienden bengalas en el Camp Nou Culemanía
Unas mamparas que, al igual que las medidas de Laporta para evitar la reventa de entradas y el caos en los accesos, cumplieron su cometido. Al menos, parcialmente. Algunos aficionados bávaros se atrevieron a "luchar" con los 'fans' culés. Aparte de encender bengalas y pronunciar cánticos ofensivos, lanzaron objetos a la grada lateral de los azulgranas, que recibió una auténtica lluvia de vasos, botellas y mecheros.
