Lo que pierde el Barça con el traslado de Montjuïc al nuevo Camp Nou: no todo son ventajas

El Camp Nou superó con nota su reencuentro con la afición del Barça. Los socios y aficionados quedaron impresionados con las nuevas instalaciones y el equipo de Hansi Flick goleó al Athletic (4-0). Una semana después, con el disgusto de la abultada derrota contra el Chelsea (3-0), el Barcelona regresa a su casa en un partido menos atractivo. El rival será el Alavés, que lucha por sobrevivir en Primera División.

En obras desde verano de 2023, el Camp Nou ya tiene la licencia 1B del Ayuntamiento. Con una capacidad máxima actual para 45.401 espectadores, el campo del Barça podría registrar otra gran entrada contra el Alavés, un equipo, tradicionalmente, con poco tirón en Barcelona.ss

Entradas y salidas al Camp Nou

El pasado sábado, los socios y aficionados del Barça se armaron de paciencia para acceder y salir del Camp Nou. Los hinchas llegaron escalonadamente, accediendo a las instalaciones del club, mayoritariamente, por el Gol Sud. Más lenta fue la evacuación, con vallas, grúas y otros obstáculos que sortear.

Los accesos al Estadi Olímpic Lluís Companys, en cambio, eran más diáfanos, pero muchos socios del Barça no querían desplazarse hasta Montjuïc. La visibilidad es mucho peor, por la distancia entre la grada y el campo, y el frío es mucho más acusado, por su altura. Sin embargo, no todo eran desventajas.

Las obras, con retraso

Las obras del Camp Nou, que acumulan un año de retraso, comportan muchos inconvenientes. La mayoría de asientos están descubiertos, incluido el palco presidencial, y el campo del Barça tiene un aforo inferior al Olímpic Lluís Companys (más de 50.000 espectadores).

El Barça, a la espera de recibir la licencia 1A que le permitirá jugar en el Camp Nou ante 62.500 espectadores, ha subido el precio de las entradas. La más barata, contra el Athletic, era de 199 euros, 100 euros más que ante el Alavés. Muchos aficionados ya han expresado su malestar en redes sociales.

Sin videomarcador

La pasada temporada, el Barça ingresó 22 millones de euros en los partidos contra el Real Madrid --decidió la Liga -- y el Inter de Milán, en las semifinales de la Champions. Ahora, en el Camp Nou, hay menos asientos en venta que en el Lluís Companys.

El Camp Nou tampoco dispone, actualmente, de un videomarcador con imágenes del partido. Sí lo tiene el Lluís Companys en uno de sus fondos.

El plan de negocio

El Barça instalará tres videomarcadores en el Camp Nou, tras la colocación de la futura cubierta, de 48.000 metros cuadrados. Esta es la parte técnica más compleja de la transformación del estadio. Por motivos económicos, el club descartó un vídeomarcador de 360 grados, como tiene el Bernabéu. Su instalación podría demorarse hasta verano de 2027. O, incluso, más tarde.

"Un vídeomarcador de 360 grados no es rentable y los aficionados se distraen mucho", argumentó Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça para justificar la postura del club. "Nuestro plan de negocio es distinto al del Real Madrid", recalcó el presidente, Joan Laporta, quien remarca que "el Camp Nou volverá a ser el mejor campo del mundo".

Los palcos y asientos Vip

Laporta estima que el Barça ingresará 400 millones de euros anuales por la explotación del Camp Nou. Más allá de la tercera grada, todavía faltan por construir los dos anillos de palcos y asientos Vip. 

El Camp Nou, hasta la reforma actual, apenas contaba con 2.000 asientos de alto standing, por 5.000 el Bernabéu. El estadio del Real Madrid apenas ha ganado localidades Premium, mientras que el Barça contará con 9.600 localidades Vip cuando termine la reforma de su estadio. Laporta estima que el club percibirá 80 millones de euros por dicho concepto.

El legado

"El nuevo Camp Nou será la salvación económica del Barça y nos permitirá luchar con clubes-Estado", sentencia Laporta, el presidente que pasará a la historia del club por liderar la gran transformación del Camp Nou.