Celebración barcelonista tras su victoria en Newcastle EFE
Los aciertos deportivos de Laporta en el Barça alimentan el sueño de la Champions en año electoral
El club azulgrana supera la primera prueba a la espera del PSG, una pesadilla en los últimos años
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La Champions es mucho más que un deseo para el FC Barcelona. Es una obsesión y, casi, una obligación. La competición más prestigiosa de Europa es la que ha retratado mejor la decadencia barcelonista en la última década y, ahora, debe refrendar su recuperación futbolística. Hansi Flick tiene las ideas muy claras y sus futbolistas siguen con deseo. En Newcastle, el grupo azulgrana ganó con dos goles de Marcus Rashord. Su solvencia es el mejor ansiolítico para Joan Laporta, a quien no le cuadran las cuentas y está de los nervios con el regreso del Barça al Camp Nou.
El presidente del Barça se siente cómodo en el caos. A menos de un año para la celebración de las elecciones, cree que lo tiene todo atado y bien atado. No se amilana con los problemas, pero sufre con los retrasos del Camp Nou. En Newcastle, en cambio, disfrutó con Rashford, un futbolista despreciado por el Manchester United que tiene una bola extra en Barcelona. Los últimos años han sido complicados para él y Flick apostó por su contratación porque necesitaba un delantero distinto. El jugador inglés llegó al Barça porque Nico Williams se puso duro tras ofrecerse y el fichaje de Luis Díaz no encajaba económicamente. La suya era una apuesta de riesgo. También lo fue, en su día, la de Laudrup y, en Newcastle, Rashford vivió su primera gran noche.
El Newcastle
Newcastle nunca ha sido una plaza fácil. Eddie Howe maneja un equipo muy físico, de pierna fuerte por el centro y rápidas incursiones por las bandas. La mejor receta para frenar el vendaval inglés pasaba por tener el balón, una tarea nada sencilla en un Saint James Park que aprieta mucho, tanto o más que sus futbolistas.
Rashford pugna con Trippier, del Newcastle EFE
En tiempos convulsos, con Núñez de presidente y Van Gaal de entrenador, el Newcastle le sacó los colores (3-2) en su casa. Hoy, el Barça es una montaña rusa, un club en tensión permanente sustentado por la ambición y sensatez de Hansi Flick y sus futbolistas.
Joan García y Rashford
A finales del siglo XX, el Barça era un club muy solvente económicamente y fichaba a las grandes estrellas. Ahora, tiene muchos problemas en su tesorería, y este verano hizo su mayor inversión con Joan García, portero del Espanyol. Menos celebrada fue la contratación de Rashford.
Los futbolistas del Barça celebran un gol de Rashford EFE
Rashford, uno de los pocos futbolistas que públicamente se ha significado en favor de causas sociales y contra el racismo, llegó al Barça como cedido y con una opción de compra, no obligatoria, de 30 millones de euros. No es un futbolista pulcro, pero sí muy fuerte. Un cabezazo suyo y un zapatazo desactivaron a un Newcastle con más nervio que fútbol.
El PSG y el Bayern
Joan García, providencial cuando sufría el Barça, y Rashford alimentan el sueño del Barça en la Champions. La próxima cita, contra el PSG, actual campeón y azote barcelonista en los últimos años, será sonada. El partido se jugará en Montjuïc, porque el Camp Nou sigue en obras, muy lejos todavía de los mínimos exigidos por la UEFA.
Bruno Guimaraes persigue a Pedri en el Newcastle-Barça de Champions League REDES
Hace un año, el Barça de Flick espantó todos sus fantasmas con una goleada (4-1) al Bayern de Múnich en Montjuïc. Dentro de dos semanas, también en la montaña olímpica, se enfrentará al PSG de Luis Enrique, una máquina casi indestructible que exigirá la mejor versión barcelonista. El duelo, sin duda, será el mejor barómetro para medir las opciones reales del Barcelona de ganar su sexta Champions, mitad deseo, mitad obsesión. Para Laporta, sería el mejor regalo antes de las próximas elecciones. Para los culés, el mejor premio tras muchos años de penas y decepciones.