Publicada

El nuevo Camp Nou es la gran obsesión de Joan Laporta. Las obras acumulan ya 10 meses de retraso, o más, y todavía no se sabe la fecha del regreso. La gestión no puede ser más opaca y la apuesta por Limak, venerado en su día por el presidente del Barça, no parece, hoy, tan acertada. Hace tres años, las constructoras españolas que aspiraban a transformar el estadio lamentaron la decisión del máximo dirigente barcelonista. Los malos presagios se han hecho realidad y el coste final podría alcanzar los 1.500 millones de euros.

Laporta argumentó que Limak fue la única compañía que aceptó las condiciones del Barça para justificar su elección. La constructora turca aceptó la reforma del Camp Nou por menos de 1.000 millones de euros (960 millones) y se comprometió a terminar las obras en 2026. También asumió que el primer equipo regresaría a su estadio en verano de 2024 o, en su defecto, en noviembre de ese año.

La elección de Limak

Las grandes constructoras españolas acabaron decepcionadas con la elección de Limak. También, muchos arquitectos. La compañía turca solo había construido un estadio para 25.000 espectadores en su país (el Mersin Arena) y era muy local. Sus directivos argumentaron que el acuerdo con el Barça facilitaría su expansión internacional. En España, la decisión fue muy controvertida.

Vista aérea del Mersin Arena REDES

La oposición a Laporta expresó su sorpresa por la elección de Limak, pero no cargó tintas. Mucho más molesto estaba Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, que presentó su dimisión.

Las exigencias del club

Laporta mantuvo su apuesta por Limak, en contra de las recomendaciones que recibió. Entre ellas, de las grandes constructoras españolas. En Acciona, FCC, Ferrovial y Sacyr cuestionaron las exigencias económicas del presidente del Barça, según ha informado una fuente de estas compañías a Culemanía.

Sede de FCC Redes

Oficinas de Ferrovial Redes

Las grandes constructoras españolas estimaban que la transformación del Camp Nou costaría, como mínimo, costaría 1.500 millones de euros. Consideraban que su proyecto, que contemplaba el derribo de la tercera grada y la construcción de otra totalmente nueva y simétrica, era mucho más caro que el plan inicial presentado por el expresidente Josep Maria Bartomeu y Nikken Sekkei.

El acuerdo

El Barça, en su acuerdo con Limak, contempló una penalización de un millón de euros diario por cada día de retraso de las obras. Culemanía, sin embargo, ya apuntó que podría renunciar a dicha indemnización si la compañía turca asumía los sobrecostes de los trabajos realizados.

Joan Laporta, junto al presidente de Limak Construction / REDES

El factor tiempo también fue decisivo en la apuesta del Barça. Las grandes compañías españolas aseguraban que, como mínimo, necesitarían tres años de obras para reformar un estadio con muchas patologías que aspiraba a ser la mejor instalación deportiva de Europa.

Las subcontrataciones

Hoy, tres años después, el nuevo Camp Nou suscita muchas dudas por el desarrollo de las obras. Las constructoras españolas también deslizan que Limak abarató costes con las subcontrataciones, argumentando que se han contratado muchos trabajadores no cualificados para una obra tan importante. También piden información sobre los materiales utilizados.

Joan Laporta y dirigentes de Limak visitan la obra del Camp Nou FCB

El Barça espera regresar lo antes posible al Camp Nou, ya sea a finales de septiembre u octubre. Sin embargo, todavía no tiene la licencia de primera ocupación parcial para jugar en su estadio. En el Ayuntamiento, el concejal de deportes, David Escudé, declaró este miércoles que la decisión está en manos de los técnicos municipales, muy estrictos con las medidas de seguridad, los accesos y la evacuación del campo.

'Render' de los palcos VIP del nuevo Camp Nou FCB

El futuro estadio

El futuro Camp Nou debería estar terminado en verano de 2026, pero todo parece indicar que las obras no terminarán hasta 2027, como mínimo. La instalación de una cubierta de 48.000 metros cuadrados es la parte técnica más compleja de una reforma integral de un estadio que tendrá 104.600 asientos, 69 ascensores, 78 escaleras mecánicas, 7.400 asientos Vip --ampliables a 9.400-- y 3.000 plazas de aparcamiento.

Noticias relacionadas