El impacto económico del no retorno del Barça al Camp Nou en la temporada 2025-2026

El retorno al Camp Nou para la cuarta jornada de la Liga es una obsesión para Joan Laporta. No obstante, lo que parecía ser una ilusión tras las múltiples complicaciones ha terminado por ser un quebradero de cabeza más. El certificado de final de obra (CFO) de Tribuna y Gol Sur, secciones que se quieren habilitar para la vuelta, no llega. Así pues, es imposible enviarlo al Ayuntamiento de Barcelona para que emita la licencia de primera ocupación para 27.000 personas.

El conjunto azulgrana tiene su primer compromiso como local el segundo fin de semana de agosto. La Liga le permitió retrasar su estreno en casa hasta la cuarta jornada para poder hacerlo en el campo de Les Corts. Sin embargo, pasan las semanas y las obras no terminan. Mientras tanto, para cubrirse las espaldas, el Barça ha firmado un acuerdo con el consistorio para alquilar Montjuic hasta febrero. Sin embargo, de cara el partido ante el Valencia (13-14 de agosto), no estará disponible por un concierto.

Corre que te corre

Limak trabaja a destajo para tratar de cumplir con las condiciones requeridas para obtener la licencia de primera ocupación. Por otra parte, esta semana, la Liga y la UEFA han visitado las obras para analizar el estado de estas. Un grupo de emisarios del ente organizador del campeonato doméstico ha arribado al centro del huracán este martes. Por otra parte, la expedición proveniente del organismo europeo ha acudido este jueves.

Emisarios de la UEFA en las oficinas del Camp Nou para evaluar el estado de las obras Jijantes

El Barça va muy justo de tiempo. Está a tres semanas del estreno en casa ante el Valencia. Sin embargo, todavía no tiene el certificado de finalización de obra. Suerte tiene Laporta de que el Ayuntamiento quiere echarle una mano, pues su caso tendrá prioridad cuando arribe el mencionado documento. Normalmente, estos trámites se manejan en un plazo de tres meses. No obstante, aun con estas, la situación es límite.

Jaume Collboni y Joan Laporta EFE

Acuerdos comerciales

La imperante ansiedad del Barça por volver al Camp Nou responde a acuerdos comerciales, principalmente. Uno de los casos más sonados, los 475 asientos Vip vendidos a Forta Advisors y New Era Visionary Group, depende de esto. Si no hay retorno, el activo, ya construido, no se podrá explotar. Así pues, el auditor, Crowe, no podrá aprobar la inclusión de los 100 millones de euros en los presupuestos y el Fair Play será el gran damnificado.

Nuevos asientos VIP del nuevo Camp Nou FCB

Por otra parte, el nuevo estadio mantiene el nombre del antiguo. No obstante, como ya se vio en la última temporada disputada allí, la 2022/2023, lleva el prefijo de Spotify. Hasta este curso, incluido, se han pagado 5 millones de euros. No obstante, a partir de la 2026/2027, cuando el campo ya debería estar acabado, el monto asciende a 20 kilos. Es muy probable que, si las obras no siguen sus plazos, haya consecuencias pactadas en su día.

Lamine Yamal y Alejandro Balde en una campaña con Spotify en Corea REDES

Montjuic

Si bien se ha firmado una cobertura con Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), filial del Ayuntamiento, para jugar en el Estadi Olímpic Lluís Companys hasta febrero, en caso de que fuese necesario, el objetivo es no hacerlo. El Barça no quiere pasar la campaña 2025/2026 alojado, por tercera temporada consecutiva, allí. Además de los motivos comerciales, el desencanto de la afición con la ubicación del recinto y el alquiler de este son un problema.

La euforia de Lewandowski tras marcar un gol al Girona en Montjuïc EFE

La única desventaja de volver al Camp Nou en septiembre son los ingresos por ticketing. El conjunto azulgrana está priorizando el retorno a casa, cuyo máximo temporal será de 27.000 personas. Cuando la capacidad aumente a 60.000, será completamente razonable. No obstante, hasta ese momento, el aforo de Montjuic es de casi 50.000 aficionados, por lo que la entidad culé perdería dinero. La prisa es máxima por volver a casa y con motivos de sobra.