Balaídos, una reforma integral mucho más convulsa y politizada que la del Camp Nou

Vigo quiere ser sede del Mundial de 2030 que organizarán España, Portugal y Marruecos. Su alcalde, Abel Caballero, está en guerra con el presidente de la Federación Española de Fútbol y expresidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán. Caballero denuncia que Balaídos fue excluida tras manipularse las valoraciones técnicas de los estadios españoles. 

"Vigo salió elegida ciudad sede del Mundial 2030 y alguien, no se sabe por qué, cómo y de qué forma, la quitó. Es un escándalo inenarrable", denunció Caballero, indignado con Louzán. “Sé que el presidente del CSD y el Gobierno apuestan por Vigo porque, objetivamente, merecemos el apoyo. Pero es que, además, ganamos. Todo lo demás son cambios, con un Excel para arriba y abajo. Es un escándalo que daña la marca España y deja a la Federación bajó mínimos”, añadió.

Mundial de 1982 

Balaídos es uno de los estadios con más historia de España. Fue inaugurado en diciembre de 1928 y fue la sede principal del grupo A del Mundial de 1982. En Vigo, Italia se enfrentó a Polonia, a Perú y a Camerún. 

Partido entre Italia y Polonia del Mundial 1982 Redes

El campo del Celta sufrió obras menores en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI. El 8 de junio de 2015, Caballero y Louzán, entonces alcalde de Vigo y presidente de la Diputación de Pontevedra, firmaron el convenio de financiación para la reforma integral de Balaídos.

La capacidad actual 

Ayuntamiento y Diputación optaron por reformar la tribuna principal y construir tres gradas nuevas. Dos ya están totalmente terminadas. La tercera, la de Gol, ha iniciado su transformación y no estará terminada hasta principios de 2027. 

Rafael Louzán, nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol EFE

Balaídos tiene, actualmente, una capacidad para 20.739 espectadores, insuficiente para dar cabida a los 23.000 abonados que tiene el club. Dentro de dos años, el aforo del campo del Celta oscilará entre los 27.000 y los 28.000 asientos. El club, a medio plazo, no descarta una nueva ampliación, necesaria para ser sede mundialista.

Presidente y alcalde 

Marián Mourinho es la presidente del Celta desde el 28 de septiembre de 2023. Relevó a su padre, Carlos Mourinho, quien tuvo grandes disputas verbales con Caballero por la reforma de Balaídos. El anterior presidente era partidario de construir un nuevo estadio, y amenazó con trasladar al Celta a Nigrán, Porriño o Mos, poblaciones muy cercanas a Vigo. 

Abel Caballero, alcalde de Vigo EFE

“Si el crecimiento del club no puede ser en Vigo, será fuera. El Celta nunca ha pedido nada ilegal. Es difícil entender lo que está pasando aquí. Siempre quisimos un club sólido, anclado en la ciudad. Nuestro proyecto pasa por construir una ciudad deportiva con un estadio”, expresó Carlos Mourinho en 2017. El expresidente cifró en 50 millones de euros el coste del nuevo campo y en 20, la ciudad deportiva.

Séptimo en la Liga 

Muy molesto, Mourinho añadió: “Le recuerdo al alcalde que él es el administrador del estadio de Balaídos, pero no es el dueño del Celta. No seré yo quien le diga cómo debe gobernar el Ayuntamiento, pero que no me diga él como debo gestionar el Celta”. 

Balaídos, estadio del Celta, antes de un partido EFE

El Celta, mientras, vive días relativamente tranquilos. Felices. El equipo vigués es séptimo en la Liga, con 43 puntos, y está mucho más cerca de jugar la Europa League que de bajar a Segunda. Las Palmas, antepenúltimo clasificado, tiene 14 puntos menos y solo quedan siete jornadas para el final del campeonato. Caballero, mientras, ya se ilusiona con el nuevo estadio totalmente terminado y luchará hasta el final para que sea sede mundialista. Como el Camp Nou, inmerso también en una reforma integral.