Víctor Font acelera contra Laporta tras el desplome de Camprubí: quiere ser el líder de toda la oposición

Preguntas por la calle sobre Joan Laporta y queda patente una dualidad: su figura genera mucha división. Tiene un enorme séquito de incondicionales que lo defienden a muerte, sin tregua contra sus detractores. Al mismo tiempo, hay mucha gente que no se siente identificada con la forma de hacer del presidente y se muestra muy crítica con su gestión presidencialista del club. Hasta el punto de que, en algunos círculos, le niegan el mérito de haber apostado por Pep Guardiola, en el pasado, y por Hansi Flick, ahora. Se mire como se mire, el presidente del Barça se asemeja en algunas cosas al de Estados Unidos, Donald Trump, capaz de seducir con su carisma mientras, al mismo tiempo, genera odio a raudales en todo el mundo. No se puede discutir el liderazgo de ambos, si acaso se puede discutir su forma de liderar. 

Víctor Font, gran aspirante a derrocar a Laporta, es otro tipo de líder. Preguntas por la calle sobre él y la mayoría coincide en que no convence. Habla bien, se expresa con claridad y no le falta confianza en sí mismo. Pero adolece del carisma laportista, o trumpista. La gente de a pie prefiere un líder con el que sentirse identificado por su carácter y parece no dar tanta importancia a su forma de liderar. "Se ha ganado hasta el derecho a robar, como Jordi Pujol", afirmaba recientemente un laportista confeso en una escueta conversación privada sobre Laporta.

El líder elegido y el autoproclamado 

En el caso de Laporta, se puede discutir su forma de liderar, pero nadie discute que sea un líder. En el caso de Font, se antoja como un líder autoproclamado más que elegido. Quizá se cuestionaría menos su forma de liderar --si lo hiciese-- de lo que se cuestiona su liderazgo efectivo.

En cuanto a Joan Camprubí, si preguntas por la calle, la mayoría de la gente no lo conoce. Los más jóvenes no saben quién es y ni siquiera manejan información sobre su difunto abuelo, Agustí Montal, el presidente que fichó a Johan Cruyff. Probablemente, el barcelonismo nunca sabrá si se trata de un buen líder porque su aventura para aspirar a presidir el Barça parece que ha terminado antes de empezar. 

Se busca cabeza de oposición 

Lo sabe bien Víctor Font, acusado en algunos círculos culés de susurrar información comprometida sobre Camprubí. El antiguo dueño de Delta Partners --vendió su empresa en 2020 para presentarse a las elecciones del Barça-- tiene claro cuál debe ser su papel en las próximas elecciones: quiere liderar a toda la oposición contra Laporta. El problema es que muchos de los grupos opositores no comulgan con Font. La gente de Som un clam, que sigue buscando alternativas a Camprubí, no cree en el liderazgo de Font. 

El dilema de los opositores es el siguiente: creen que la única forma de derrotar a Laporta es conformar una candidatura única, unitaria entre los grupos opositores. El problema es quién la lidera. Camprubí aspiraba a liderarla y en Som un clam quieren presentar, tarde o temprano, a su propio líder. Se prepara próximamente una reunión con "gente pudiente" de Girona. Víctor Font también la quiere liderar, pero son muchos los que no lo quieren a la cabeza.  

Encuentros y comunicados críticos 

Mientras Som un clam organiza reuniones para definir el futuro del colectivo, con Jordi Roche como verdadero capo en la sombra, Font acelera para captar adeptos a su causa antilaportista. En los últimos días ha liderado un encuentro con socios del Barça en Les Corts y ha lanzado un comunicado muy crítico contra la última mala noticia sobre el Camp Nou: ya está confirmado que este año no se vuelve a casa. Som un clam, aunque un poco más tarde, también se ha posicionado en contra. Exigen respeto en su condición de socios del Barça. 

Víctor Font, candidato a la presidencia del Barça

"Queremos expresar nuestra profunda preocupación e indignación", "la actual falta de transparencia y previsión es inaceptable" o "los socios merecemos respeto, transparencia y una gestión a la altura del mejor club del mundo", son algunos de los argumentos que esgrime Som un clam. Font, por su parte, ha sido muy duro criticando el mal trato de Laporta a la Grada d'Animació, a las peñas, al talento de la Masía y a los socios: "El socio tendría que tener prioridad sobre los turistas, no puede ser que las mejores localidades de Montjuïc sean para ellos. Estamos mercantilizando el club. Este no es el Barça que nos enseñaron nuestros padres y abuelos". 

Dispuesto a todo 

Mientras hacen campaña encubierta, van tomando posiciones. Cada uno juega sus cartas y Font tiene muy clara su mano. Se dice en Barcelona que el menor de los Cluster --heredero del legado de Ferran Soriano y Marc Ingla-- está dispuesto a casi todo para ser presidente del Barça. Y el dinero nunca fue un problema para Font. Dicen que hará lo que haga falta, ya sea cargarse a rivales directos o financiar campañas de desprestigio. O documentales.