Un sindicato de seguridad privada denuncia al Barça por la falta de medidas en los dispositivos para los partidos

La seguridad privada del Barça dice basta. El pasado martes, a Montjuïc acudieron más de 2.600 aficionados del Benfica, que encendieron bengalas, tiraron sillas, vasos de cerveza y agredieron a stewards del club azulgrana. Pendientes de la zona visitante, solo había 12 vigilantes. Ante esta situación, en la que estaban indefensos, ADN Sindical Seguridad y Servicios de Cataluña ha interpuesto una denuncia al Barça vía Inspección de Trabajo. Culemanía ha tenido acceso al documento.

Durante los últimos meses, sobre todo en los partidos de gran afluencia de afición visitante, como son los de Champions, los miembros de seguridad no dan abasto. No pueden contener al gran tumulto de gente, hasta el punto que "alguno ha llorado después de lo sucedido y por un salario de 5 euros la hora".

Denuncia a Inspección de Trabajo de la seguridad privada del Barça al club CULEMANÍA

Denuncia vía Inspección de Trabajo de la seguridad privada al Barça CULEMANÍA

Situación límite

Así lo explica una fuente del sindicato profesional mayoritario en Cataluña a este medio. "Hemos tenido que presentar esta denuncia porque el club no está poniendo las medidas de prevención de riesgos laborales en los últimos partidos", aseguran de forma tajante.

Los stewards están desamparados. "Se encontraron una situación de tensión máxima", explican desde el sindicato tras lo vivido en Montjuïc con los hinchas del Benfica. "Ellos no están cualificados para intervenir y enfrentarse a ultras radicales, que son peligrosos", añaden.

Sin material para resistir a los ultras

Desde la cúpula de ADN Sindical manifiestan que "esta es una labor que solamente deberían acometer los Mossos d'Esquadra porque tienen formación y elementos de protección necesarios para el enfrentamiento". Sin embargo, este no es el caso.

"Estamos actuando como antidisturbios", señalan estas fuentes. "Nosotros no dejaremos de trabajar, pero el Barça tiene que darnos los medios necesarios porque no permite a otras empresas dárnoslos. Entonces, es el responsable", justifican así la denuncia.

Enviados al "matadero"

En realidad, detrás de esta precaria situación, el problema de fondo son los recortes en seguridad del Barça: "Han recortado los efectivos y no tenemos los medios suficientes, como pueden ser unos cascos".  "Nos están enviando al matadero", sentencian las fuentes del sindicato de seguridad.

Y es que algún miembro de seguridad fue agredido por hinchas del Benfica, pero por suerte se evitó un incidente que podía haber acabado con males mayores. Al final del partido, no hubo un choque entre seguidores culés y lusitanos. La presencia de ultras ya se sabía, pero no se operó en consecuencia.

Demasiada presión para tan pocos efectivos

En Montjuïc, aficionados del Benfica encendieron multitud de bengalas como ya hicieron en su casa, Da Luz. Son los miembros de seguridad los que cachean a los que entran, con la supervisión de los Mossos, pero no se reforzó el dispositivo desplegado. "Antes, el Barça obligaba a los rivales a entrar dos horas antes y ahora no, por lo que los registros se hacen más deprisa", aseguran desde ADN Sindical.

Bengalas de los aficionados del Benfica en Montjuïc EFE

Hay mucha presión entre los stewards porque, con muy pocos efectivos, tienen que controlar a miles de personas. Algunas, introdujeron unas bengalas pequeñas, del tamaño de una "compresa", en el "trasero". Los recortes obligan a hacer el mismo trabajo con menos efectivos.

Más de un precedente

Así como los seguidores del Benfica encendieron múltiples bengalas en el Estadi Olímpic, también lo hicieron los del Old Boys en septiembre. La política de recortes ya se había aplicado y, de momento, nada ha mejorado. Por ello la denuncia. Y es que un trabajador de Sabico fue agredido. Se vio obligado a actuar sin chaleco ni casco.

Bengalas en Montjuïc encendidas por los aficionados del Young Boys EFE

Tales son estas reducciones de presupuesto que, contra el Benfica, hubo un vigilante menos que en otros partidos. Había 12 en el sector visitante. Algunos salieron llorando, de dolor, pero también de impotencia. Ellos seguirán trabajando, pero con la denuncia esperan que el Barça actúe y mejore sus condiciones.