Las nuevas renovaciones que acelera Deco para mejorar el Fair Play del Barça antes del 30 de junio

Deco no es Mateu Alemany. El director deportivo del FC Barcelona entiende mucho más de fútbol que de Fair Play. Prosperó en el mundo de la representación por su experiencia y olfato con los jugadores. Además, ha tenido buenos padrinos como Jorge Mendes y Alejandro Echevarría, excuñado y persona de confianza del presidente Laporta. Aunque las normas del control económico de la Liga son difíciles de entender para el común de los mortales, Deco ha dado un paso al frente. Ayudado por personal específico del Barça que está en comunicación casi permanente con la Liga --especialmente tras la marcha de Franc Carbó--, el exjugador azulgrana ha encontrado en las renovaciones una solución óptima para rebajar la masa salarial. 

Es la principal exigencia que impone la Liga al Barça: reducir salarios o compensarlos con nuevos ingresos. Deco ha protagonizado un recorte drástico de la masa salarial desde que llegó, completando un árduo trabajo comenzado por Alemany. En 2023, tras las palancas, el coste salarial azulgrana alcanzó los 676 millones de euros. Esta temporada, el presupuesto de gasto en fichas está cifrado en 510 millones contando la Masía, el Femenino y todas las secciones. El importe destinado al primer equipo es de unos 90 millones menos.

50 'kilos' de sobrepeso 

El límite salarial de plantilla deportiva que la Liga permite al Barça asciende a los 463,6 millones de euros tras la última actualización. Esto significa que el club azulgrana estaría todavía excedido en unos 50 millones, una diferencia que la entidad catalana debe ir ajustando para poder operar con normalidad. Por ahora, el objetivo de Deco es mantener al Barça en la regla 1:1 en el próximo mercado de verano. Es decir, por cada jugador nuevo que se inscribe debe salir otro por, al menos, idéntico coste salarial. La operación de traspaso de Vitor Roque por 25,5 millones --más 5 en variables y un 20% de la posible futura venta-- después de haberlo fichado hace un año por 30 obedece a esa voluntad de reducir los excesos y asegurar el 1:1 en verano, según ha podido confirmar Culemanía. 

La evolución de la masa salarial del Barça y el presupuesto de la temporada 2024-25 Captura FCB

Con este propósito, Deco ha puesto en marcha una ola de renovaciones que la Liga permite consolidar en supuestos de jugadores con contrato de larga duración y con una cotización de su valor de mercado al alza. El organismo que preside Tebas autoriza renovar a jugadores con futuro para blindarlos ante las suculentas ofertas de ligas extranjeras, especialmente de la Premier League. En cambio, no permite inscribir renovaciones de jugadores en último año de contrato, como es el caso de Iñigo Martínez, cuyo salario de esta temporada fue validado gracias a la lesión de Ronald Araujo y todavía no ha sido compensado. 

Batería de renovaciones 

La Liga no ha puesto oposición a renovaciones como las de Pedri, Araujo, Gavi o Pau Cubarsí, ya oficializadas a todos los efectos. Todos ellos son jugadores de gran proyección, que tenían contrato con varios años de vigencia y cuyo valor de mercado va en aumento. Todos se acogen a las excepciones permitidas por la Liga, contempladas en los artículos 72 y 73 de las Normas de Elaboración de Presupuestos. 

Las tres condiciones que permiten a los clubes de la Liga exceder el LCPD mediante renovaciones de jugadores CAPTURA

Del mismo modo, Deco pretende ahora acelerar las renovaciones de jugadores que también tienen proyección --aunque son un poco más mayores--, cotizan al alza y tienen contrato en vigor hasta 2027. Ellos son Raphinha y Jules Koundé. Titulares indiscutibles de Flick, son dos de los futbolistas con más minutos en sus piernas y se han convertido en pilares vitales de este Barça letal. 

Raphinha y Koundé tienen la clave

Ambos jugadores llegaron al Barça previo pago de elevados traspasos y tienen salarios que rondan los 12 millones de euros brutos. Raphinha costó 58 millones fijos más 7 en variables (65 en total). Koundé costó 50 fijos y 10 en variables (60). El coste de sus respetivos traspasos se amortiza de manera equitativa durante los años de duración de sus contratos, según la Ley de Contabilidad. Por lo tanto, el coste anual de Koundé es de 22 millones, mientras que el de Raphinha asciende a 23,4 millones al año. 

Jules Koundé acorta sus vacaciones y se incorpora a la gira de pretemporada del Barça FCB

Raphinha celebra un gol al Real Madrid EFE

En caso de ser renovados, el Barça ganará unos años más para amortizar el coste de sus respectivos fichajes (y los variables, que no estaban computados en la amortización inicial porque solo se activan cuando se cumplen). Por ahora el club solamente lleva amortizadas dos temporadas de cada uno, ya que ambos atraviesan ahora por su tercer curso en el primer equipo. Por lo tanto, de Raphinha se han amortizado ya 22,8 millones del total de 57 millones. Quedan 34,2. En cuanto a Koundé, se han amortizado 20 millones de los 50 totales. Quedan 30. 

'Ahorro' de 10 millones 

Si el Barça ampliase los respectivos contratos de cada uno de ellos hasta 2030, esos 64,2 millones (34,2 + 30) pendientes de amortizar se tendrían que dividir entre cinco años más: 6,84 de Raphinha y 6 de Koundé. Un total de 12,84 millones por año entre los dos, en lugar de los 21,4 anuales que han costado estas dos primeras temporadas. A cambio de más años de compromiso, el Barça gana espacio en su masa salarial para poder destinar a otros fichajes. 

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La misma operación se puede llevar a cabo con Ferran Torres, que acaba contrato también en 2027 y tuvo un coste fue similar al de ambos: 55+10 millones. En el caso del delantero valenciano, la amortización es distinta porque llegó medio año antes, pero todavía quedan unos 30 millones por amortizar. Por lo tanto, sería una jugada parecida. Si se le amplían tres años el contrato, en lugar de amortizarse 11 millones anuales sería prácticamente la mitad. El de Foios se ha ganado la confianza de Flick como revulsivo y está plenamente integrado en el vestuario. Aunque tenga a una parte de la afición en contra, pensar en su renovación no es descabellado.