El Barça no tiene Grada d'Animació. Desde finales de noviembre. Joan Laporta mantiene el veto a Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça, a quienes reclama los 21.000 euros con los que fue multado el club la pasada temporada por insultos de sus aficionados más entusiastas, y Montjuïc vuelve a ser un estadio frío. Tampoco se vislumbra una solución con el regreso al Camp Nou. Una solución viable.
El Barça cerró el espacio destinado a la Grada d'Animació el día (26 de noviembre) que el equipo de Hansi Flick se enfrentó al Brest en la Champions. Desde entonces, la animación en Montjuïc ha estado bajo mínimos, tanto en la Liga (Las Palmas, Leganés, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés) como en la Champions (Atalanta) y la Copa del Rey (Betis).
Malestar en Getafe
La escasa animación en los últimos partidos disputados en Montjuïc preocupa a Hansi Flick y a los futbolistas, a quienes se impidió que fueran a saludar a los aficionados del Barça que se desplazaron a Getafe. En los últimos días trascendió el rumor de que Raphinha, como capitán barcelonista, pagara la sanción. El gesto no pareció gustar a Laporta.
La Grada d'Animació del Barça, vacía contra el Brest en la Champions
Joan Laporta, presidente del Barça, en el palco del Bernabéu
El Barça recibirá este lunes (21.00 horas) al Rayo en Montjuïc. El horario y el rival no favorecen una asistencia masiva al Lluís Companys. El club, sin embargo, no incentiva medidas para favorecer una gran entrada y para animar al equipo. El invento de la charanga, el día del Leganés, fue un gran fiasco.
Las malas hierbas
Los grupos de animación, mientras, piden una reunión con Laporta, pero el presidente rechaza tal opción. "El Barça aborda un problema del siglo XXI con una mentalidad del siglo XX. Si dicen que hay aficionados violentos, el club y los Mossos pueden extirpar las malas hierbas y no cargarse todo el jardín", comenta Albert Yarza, portavoz de Almogàvers y del resto de los grupos de animación.
Socios de Nostra Ensenya
Laporta, mientras, calla muchas cosas. El presidente, por ejemplo, no detalla el importe de las multas recibidas por los insultos de la Grada d'Animació. También calla que el club ha recibido sanciones más importantes por insultos de toda la grada o por la invasión de algún espontáneo al campo. O por trifulcas entre futbolistas en el túnel de vestuarios.
El aviso de Elena Fort
De momento, el Barça asume que tiene un problema y busca soluciones a medio plazo, con el regreso del primer equipo de fútbol al Camp Nou.
Elena Fort visita el 'stand' del Barça por Sant Jordi
"El Barça tendrá Grada d'Animació en el Camp Nou", aseguró Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça a Culemanía, en la tradicional comida navideña que el club celebró en diciembre con los medios de comunicación. "Ya veremos cómo se articula, pero habrá una nueva Grada", insistió Fort.
La respuesta
"Van totalmente perdidos. Quieren construir una grada afín, artificial, con gente joven, pero no podrán hacerlo", responden desde los grupos de animación vetados por Laporta.
Supporters Barça, en el Camp nou
El Barça contempla una Grada Jove que se ubicará en las primeras filas del Gol Sur del nuevo Camp Nou, con capacidad para 1.200 personas, aproximadamente. El club, sin embargo, está enfrentado con los sectores más jóvenes de la afición azulgrana, que cuentan con el apoyo de, al menos, 58 peñas del club que firmaron a favor de su regreso al estadio.
Votación perdida
Laporta, curiosamente, nunca ha tenido una buena sintonía con las peñas del Barça. Las considera "un contrapoder", y perdió la votación para eliminar la Confederación Mundial de Peñas del club en octubre de 2021, en una asamblea de compromisarios. En las últimas dos temporadas, además, el club no ha fletado ningún avión chárter para facilitar el desplazamiento de sus aficionados en partidos de Liga o de la Champions.
El presidente del Barça, por su parte, asegura que "en algunos grupos de animación hay gente violenta". Curiosamente, todos sus abonados pasan exhaustivos controles de seguridad y se sometieron a un exhaustivo control biométrico en el pasado, porque tanto club como Mossos prohíben la asistencia de aficionados con antecedentes penales en la Grada. Una Grada silenciada desde hace dos meses que puede pasarle factura a Laporta. Su prohibición sorprende a los turistas, molesta a los socios y abonados del club, y perjudica a los futbolistas.