Joan Laporta es un tipo de extremos. De aquellos hombres tan carismáticos que normalmente solo te dejan dos opciones: o los odias, o los amas. O vas hasta el fin del mundo con ellos, o no puedes ni verlos. Así de dividido empieza a estar el barcelonismo tras asistir, estupefacto, a otro ejercicio de ilusionismo del presidente, capaz de vender cualquier moto, por gripada que se encuentre, para satisfacción de una buena parte de sus fieles feligreses y para mayor decepción de otra facción de culés que ya no se creen ni una palabra de su boca porque no hay hechos que las sostengan. 

La renovación de Nike y la nueva estructura accionarial de Bridgeburg Invest siguen siendo las tablas de salvación de una economía del Barça muy mermada. Todavía penalizada por la herencia de Bartomeu tras la pandemia y por la errática gestión inicial de Laporta, que duplicó las pérdidas del club para pasar el muerto a su antecesor y evitó amortizar las pérdidas del Covid en cinco años. Las palancas, un plan resultón de pan para hoy y hambre para mañana, amortiguaron el golpe en 2022 y condicionaron de manera fatal los mercados de fichajes de 2023 y 2024. Ahora, Laporta sueña con volver a fichar en enero de 2025, pero sabe que no podrá hacerlo sin cumplir sus compromisos con Nike y Bridgeburg (Barça Studios). 

Muchas promesas incumplidas 

En caso de cumplirlos, Laporta no solo maquillaría su extensa lista de incumplimientos y desprecios --Leo Messi, Koeman, Xavi... Haaland, Bernardo Silva, Zubimendi, Joao Félix, Cancelo, Nico Williams, Gundogan, etc.-- sino que podría mejorar de manera sustancial la situación con el Fair Play de la Liga. El Barça sigue excedido en relación a las Normas del Control Económico y tiene un límite salarial todavía muy pobre, que se hará público este jueves a las 15h. 

Leo Messi saluda a Joan Laporta en un entrenamiento del Barça 2020-21 FCB

La buena noticia es que cuando consiga cerrar los dos citados acuerdos --Nike y Bridgeburg--, el director deportivo del club, Deco, ya podrá utilizar todo el margen salarial que se ha generado durante el verano para inscripciones. El Barça, que sigue bloqueado, lograría entrar en la norma 1-1 del Fair Play y su límite salarial se vería ampliamente incrementado.

75 millones de margen salarial bloqueados 

Esto significa que el club podría aprovechar los casi 40 millones de ingresos generados en traspasos --Mika Faye, Julián Araujo, Chadi Riad, Marc Guiu y Estanis Pedrola-- sin estar sometidos al gravamen del 20% y todas las fichas liberadas --Gundogan, Lenglet, Dest y Oriol Romeu-- sin estar limitadas al 60%, sino en su totalidad. Por lo tanto, y en términos aproximados, el Barça podría destinar unos 75 millones de euros a inscripciones de jugadores: salarios y amortizaciones de fichajes. 

Deco, Dani Olmo, Clément Lenglet, Ilkay Gundogan y Mika Faye, en un montaje MONTAJE CULEMANIA

Con esa cantidad de margen salarial, el Barça tendría la capacidad de acudir al mercado con fuerza y cerrar fichajes como los de Nico Williams o Martín Zubimendi. Aunque ambos jugadores están protegidos por cláusulas de rescisión de 58 y 60 millones de euros, respectivamente, el coste anual total no sería tan elevado ya que solamente se contabilizaría la ficha (unos 10/12 millones por temporada) y la amortización (otros 10/12 millones anuales). Ambos tendrían, como Dani Olmo, un coste aproximado para el club de 20 millones anuales. 

La lesión de Frenkie de Jong 

Otra fórmula que habría servido para ficharlos este verano habría sido una lesión de larga duración de Frenkie de Jong. Todavía no se sabe cuando reaparecerá el futbolista neerlandés, que cada vez cuenta con más detractores entre el barcelonismo. El centrocampista internacional con Países Bajos tiene un coste salarial de 35,5 millones anuales y un salario de 25,2 millones esta temporada. La normativa de la Liga permite utilizar el 80% del salario de un jugador lesionado de larga duración --mínimo cuatro meses--, lo que en el caso de Frenkie permitiría emplear un total de 20 millones. Margen suficiente para inscribir a Nico Williams o Zubimendi.

Frenkie de Jong y Robert Lewandowski celebran un gol con el Barça null

 

El club se podría plantear, incluso, fichajes más costosos como los de Rafa Leao, Jamal Musiala, Kinglsey Coman o, por qué no, el de Erling Haaland en verano de 2025. En este último caso también se aprovecharía la ficha que liberase Robert Lewandowski, cuyo cuarto año de contrato no está confirmado. El cromo de Haaland, junto a un Barça más saneado y el nuevo estadio serían las bazas perfectas de Laporta para justificar un anticipo de las elecciones a 2025