El nuevo Camp Nou es un proyecto que nacerá con mucho retraso, pero Joan Laporta, presidente del Barça, asegura que será "el mejor estadio del mundo". Las obras, todavía en una fase inicial, deben estar totalmente terminadas en septiembre de 2026, tras la colocación de la nueva cubierta, y permitirán al club facturar unos 340 millones de euros anuales.

El Barça ya presume del futuro Camp Nou, pero las críticas se han multiplicado durante las últimas semanas. La oposición duda de los plazos anunciados por el presidente, mientras que constructoras y arquitectos cuestionan los continuos cambios introducidos por la junta directiva que preside Joan Laporta.

Más capacidad

En 2026, el Camp Nou podrá acoger a 104.600 espectadores. Todas las localidades estarán cubiertas, tras la construcción de dos anillos de palcos y una tercera grada totalmente nueva y simétrica.

El Camp Nou, además, será una de las sedes del Mundial de 2030 que organizarán España, Portugal y Marruecos. De momento no se sabe en qué estadio se disputará la gran final. En Madrid aseguran que debe jugarse en el Bernabéu, igual que en 1982, pero el campo del Barça tiene muchos argumentos a su favor.

Más localidades VIP

En 2030, el campo del Barça será el más grande de Europa y mucho más nuevo que el Santiago Bernabéu, que ya ha terminado su espectacular reforma.

'Render' de los palcos VIP del nuevo Camp Nou FCB

El campo del Real Madrid tendrá 84.000 asientos, 20.000 menos que el Camp Nou, un asunto que no es baladía para la FIFA. También tendrá más localidades VIP que el Bernabéu, inaugurado en 1947, 10 años antes que el estadio azulgrana.

Espacio más abierto

Los accesos al Camp Nou son mucho más accesibles. Y cuenta con un espacio muy amplio a su alrededor que aumentará tras la actual transformación. El Barça eliminará las actuales barreras arquitectónicas y creará nuevas zonas verdes alrededor de su estadio, mientras que el Bernabéu está en una zona muy poblada de Madrid.

Jaume Collboni durante la celebración del Barça Femenino 3Cat

El Barça y Barcelona quieren la final del Mundial y el concejal de deportes del Ayuntamiento barcelonés, David Escudé, asegura que su gran rival será Casablanca, que medita la construcción de un campo para 115.000 espectadores.