Mateu Alemany es una persona muy metódica. Joan Laporta, en cambio, es mucho más impulsivo. El director de fútbol y el presidente del Barça han gestionado los fichajes del club en los dos últimos años, condicionados por su delicada situación económica. Algunas operaciones han tenido un gran consenso. Otras han constatado discrepancias entre el máximo dirigente y el ejecutivo. El último caso es el de Arda Güler, la nueva sensación del fútbol turco.
Güler es un interior ofensivo de 18 años que juega en el Fenerbahçe. Es un jugador muy técnico y con una gran proyección, desconocido para el gran público. Alemany inició las negociaciones con el futbolista y el club de la parte asiática de Estambul. Luego tomó el relevo Deco, nuevo director deportivo, y persona muy próxima a Laporta.
"Laporta ha mostrado mucho más interés en fichar a Güler que Alemany. Con él las negociaciones eran más lentas", cuenta un periodista turco.
Rubén Neves
El Barça busca un golpe de efecto con el fichaje de Güler y Laporta promociona a Deco como el artífice de una operación que podría rondar los 30 millones de euros, con comisiones incluidas.
En el pasado, Laporta y Alemany también mantuvieron algunas diferencias en algunas operaciones. Por ejemplo, en el deseo del presidente de fichar a Rubén Neves, jugador del Wolverhampton que finalmente jugará en Arabia Saudí.
Vitor Roque, al caer
Laporta, según fuentes del club, avalaba el fichaje de Neves por su amistad con Jorge Mendes. Y en los despachos del Barça se cuenta que el presidente prometió la contratación del futbolista portugués si el agente facilitaba la venta de Ansu Fati.
El fichaje de Vitor Roque también es una apuesta de Laporta. Esta operación también la está gestionando Deco, quien ya se ha desvinculado de su agencia de representación: D20.
Deco y Raphinha
Hace un año, Deco gestionó el fichaje de Raphinha por el Barça. Entonces, el exjugador azulgrana era el representante del delantero brasileño, que tenía una oferta económicamente superior del Chelsea.
Alemany tenía dudas sobre el elevado precio que pagó el Barça por Raphinha: 58 millones de euros fijos y otros siete en variables. Laporta, sin embargo, dio luz verde a la operación y Deco, presuntamente, cobró una buena comisión.
El fichaje de Lewandowski
Laporta, asimismo, lideró el fichaje de Lewandowski. Lo activó después de fracasar con Haaland, que se comprometió con el Manchester City, gracias a su amistad con Pini Zahavi, amigo y antiguo socio suyo.
Alemany, por su parte, gestionó los fichajes, entre otros, de Andreas Christensen y Franck Kessié, futbolistas que llegaron al Barça con la carta de libertad tras terminar sus contratos en el Chelsea y el Milan. En otros casos, tal vez más complejos, ha sido Laporta quien ha asumido el mando.