A Joan Laporta le va la marcha. La fiesta. El presidente del Barça, tras una temporada muy complicada por la delicada situación económica del club y el caso Negreira, se desmadró cuando el equipo de Xavi Hernández ganó la Liga.
Minutos después de que terminara el partido contra el Espanyol con una plácida victoria azulgrana, Laporta bajó a los vestuarios del RCDE Stadium con el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste.
La euforia del presidente
Laporta tenía ganas de juerga y no se cortó un pelo. Gritó, cantó, bailó y argengó a los jugadores mientras era regado con agua en el vestuario. Antes, en un tono algo más tranquilo, había ensalzado el rendimiento de los futbolistas y la gestión de Xavi Hernández.
Eufórico, Laporta también habló de futuro. Habló del inicio de una era "esplendorosa" y se ilusionó con el posible fichaje de Leo Messi.
El regreso del crack
"¿Messi? Haremos todo lo posible", manifestó Laporta, esperanzado en lograr el fichaje del crack argentino, a quien tuvo que despedir hace casi dos años.
El regreso de Messi cuenta con el visto bueno de Xavi y de los jugadores. Ahora falta que el futbolista acepte las condiciones económicas que le ofrezca el Barça y que la Liga de Fútbol Profesional dé luz verde a su fichaje.