La incertidumbre marca, por segundo año consecutivo, un mercado de fichajes de verano frenético para el FC Barcelona. El director de fútbol, Mateu Alemany, y el secretario técnico, ya han encarrilado operaciones como las llegadas de Iñigo Martínez e Ilkay Gundogan a coste cero. Sin embargo, sus incorporaciones definitivas dependen del Fair Play Financiero. El central vasco ha firmado una especie de cláusula Gavi conforme podrá salir del equipo azulgrana si el escaso margen económico impide su inscripción en la Liga.
El Barça deberá mitigar un agujero anual de 220 millones de euros mediante el ingreso de 100 millones en concepto de traspasos, y el temido tijeretazo. Este recorte planteado en un plan de viabilidad presentado a la Liga pasa por reducir el gasto del primer equipo, las secciones, rentabilizar la Masía, la parcela ejecutiva y el cierre próximo de Barça TV.
Iñigo Martínez, una operación más arriesgada
Si bien la cúpula deportiva del Barça quiere complacer al técnico Xavi Hernández con la llegada de un central de perfil zurdo, Iñigo Martínez no aterrizará con el rol de titular. Y, comparado con Gavi, la prioridad del club siempre serán los canteranos con vistas al futuro. Por lo tanto, en el supuesto de no poder acometer todas las inscripciones previstas, el defensor de 31 años corre un riesgo mayor de marcharse.
El todavía zaguero del Athletic Club ha firmado un preacuerdo por las dos próximas temporadas, y un sueldo similar al que cobra en Bilbao: 9 millones de euros brutos. El neto, como ya explicamos en Culemanía, sería inferior en Barcelona debido a la fiscalidad de Catalunya: unos 4,5 millones. Los impuestos que se recaudan del sueldo bruto son más estrictos en Catalunya que en el País Vasco.
El riesgo que conlleva la incertidumbre de las inscripciones obligó al club azulgrana a proponerle a Iñigo una cláusula similar a la de Gavi, que el nuevo fichaje ya ha aceptado: el defensa podrá salir cedido a cualquier equipo de la Liga en caso de no poder concretar su inscripción. Conservará su sueldo acordado con el Barça pero no debutaría en el conjunto de Xavi hasta la temporada 2024/25. Refuerzos llegados la temporada pasada como Franck Kessié y Andreas Christensen ya tuvieron la potestad de liberarse de sus contratos si el club no conseguía inscribirlos antes del cierre de mercado, a fecha de 31 de agosto.
La enrevesada inscripción de Gavi
Esta problema ya lo ha sufrido el Barça con la renovación de Gavi. El centrocampista de 18 años formalizó su renovación en septiembre de 2022. Sin embargo, la Liga tumbó la inscripción del nuevo contrato del canterano, debido a la situación deficitaria de la entidad catalana. El presidente del organismo futbolístico, Javier Tebas, achacó la medida al déficit de 200 millones.
De hecho, hasta que el club no regularice su situación económica, no podrá inscribir al canterano azulgrana en el mercado veraniego. El pasado mes de enero ya peligraba la continuidad de Gavi. En caso de no haberlo inscrito a las 23:59 horas del día 31, su cláusula caería en picado, de los 1.000 millones de euros, a 0. De hecho, se volatilizaría. Afortunadamente para los intereses del Barça, el juzgado de lo mercantil número 12 de Barcelona concedió la cautelar y dejó sin efecto jurídica la prohibición sobre la inscripción de Gavi.
Gavi, todavía por inscribir a contrarreloj
Un nuevo giro de guion sacudió las oficinas de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Cuando la directiva azulgrana creía haber tumbado a Tebas en el litigio de Gavi, el máximo enemigo de la Superliga resurgió de sus cenizas.
El juzgado de lo mercantil número 13 de la capital catalana anuló la inscripción del volante andaluz, puesto que el Barça no acató los plazos para presentar la demanda. El recurso llegó un día tarde, con lo cual se revocó la inscripción de Gavi por segunda vez consecutiva. En esa tesitura, el centrocampista azulgrana tuvo que dejar de jugar con el dorsal 6 y regresar a sus orígenes, como futbolista del filial y el número 30.
Por ende, el contrato del jugador de 18 años finaliza el próximo 30 de junio de 2023, hasta hacer efectiva su inscripción. Con esto, la ampliación contractual anunciada el pasado septiembre hasta junio de 2026 es una clara muestra de intenciones del futbolista, y del club. El Barça tendrá que recortar gastos antes de la finalización del contrato, objetivo que la directiva considera asequible, pero en el peor de los escenarios, Gavi solo piensa en azulgrana. Aun como agente libre, esperará unas semanas para su inscripción.