Jorge Mendes (Lisboa, 57 años) es el agente futbolístico más mediático. El Leo Messi de los representantes. O, mejor dicho, el Cristiano Ronaldo, a quien tuteló desde muy joven. Ambos son parecidos: ambiciosos y ricos. No les interesan tanto las formas como los resultados. Y solo hace falta contemplar la cartera de Mendes para corroborar que, probablemente, es el intermediario con más poder. Hasta el Barça de Joan Laporta se ha puesto en sus manos, como antes hicieron, entre otros, el Valencia y el Wolverhampton. Ahora que Mateu Alemany ha confirmado su adiós, Mendes puede ganar todavía más influencia en el club.
El agente portugués mueve muy bien los hilos. Y es tremendamente codicioso. A Laporta, que lo conoció en 2003 con el fichaje de Rafa Márquez --ahora entrenador del filial culé-- y terminó de intimar durante la contratación de Deco --ayudó al Barça con el fichaje de Raphinha--, le interesa tener una buena sintonía con él. En el Barça lleva ya los asuntos de Ansu Fati y Alejandro Balde. Y, desde hace poco, también dirige la prometedora carrera de Lamine Yamal, la joven perla de la cantera azulgrana que le robó a Iván de la Peña.
La oferta a Gavi
Iván de la Peña, exjugador del Barça y representante de Gavi, sabe como las gasta Mendes. Oficialmente todavía es el agente de Yamal, pero el joven futbolista de Mataró se ha comprometido ya con Mendes, quien negocia su primer contrato profesional. Unos hechos que, ligados a las relaciones históricas de Laporta con Mendes, quien también estuvo muy activo en la nefasta aventura con el Reus, hacen pensar que el presidente culé podría tener algún interés en que Mendes esté cerca del Barça, donde va acumulando poder.
Yamal ha cambiado a De la Peña por Mendes. También lo pudo hacer Gavi. Mendes le ofreció mucho dinero a sus padres para que se fuera con él, pero Gavi se mantuvo fiel al exfutbolista del Barça asociado con Carles Puyol. Y, tal vez por ello, renovó su contrato a principios de temporada, aunque la mejora sigue sin ser validada por la Liga de Fútbol Profesional.
Mendes sigue extendiendo su redes en el Barça y en su fútbol formativo. Y Laporta está encantado con él, con quien también ha negociado la renovación de Alejandro Balde, la gran sorpresa del equipo de Xavi en esta temporada.
Reunión en Oporto
Laporta y Mendes se han reunido varias veces en los últimos meses. Recientemente se citaron en Oporto. Y las conversaciones fluyen bien. Son muchos los asuntos que tratan en sus encuentros. Algunos más amables y otros más delicados. Por ejemplo, el futuro de Ansu Fati.
Ansu Fati estaba llamado a ser el nuevo Leo Messi. Del argentino heredó el dorsal número 10. Curiosamente, Rodrigo Messi fue su representante hace unos años, hasta que se asoció con Mendes. En caso de que vuelva el astro argentino a Barcelona, será difícil que ambos coincidan en la plantilla. Y, si por algún extraño motivo lo hacen, no sabe duda de quién volverá a ser propietario del 10.
Ansu Fati, en venta
El delantero internacional está molesto con su protagonismo actual en el Barça. Suplente habitual, quiere jugar mucho más, pero insiste en que quiere quedarse en el Camp Nou. A Laporta, en cambio, le conviene su venta para cuadrar los números del club. Y Mendes está encantado por negociar con otros clubes y cobrar una generosa comisión. El negocio, para él y para el máximo dirigente azulgrana, es redondo. Pero falta convencer a Ansu Fati. Su padre, curiosamente, también está por la labor de un traspaso millonario.
También proyecto algunos fichajes para el Barça. Fracasó con Rubén Neves, centrocampista del Wolverhampton descartado por Xavi Hernández, y sabe que lo tiene difícil con Bernardo Silva y Joao Félix, un jugador que seduce mucho a Laporta. El problema es que el presidente prefiere a Messi.
Nico y Abde
Mendes, que también representa a Nico y mantiene una vinculación muy próxima con Abde, conoce perfectamente las tensiones en la tesorería del Barça y algunas informaciones aseguran que ha prometido una oferta de 70 millones de euros por Ansu Fati. Laporta espera. Necesita dinero y confía plenamente en Mendes, el representante con menos escrúpulos que mueve el dinero con mayor habilidad y que, en su día, consiguió cabrear a Florentino Pérez tras colocarle a Pepe, Coentrao y James Rodríguez. Por algo es el CR7 de los representantes. Ambos salieron igual de mal del Madrid.