Ya lo dijo Xavi Hernández este sábado, en rueda de prensa: "Laporta me ha dicho que está todo OK, y yo estoy tranquilo. Nos da mucha confianza siempre". El de Terrassa había sido preguntado por si el presidente le había dicho algo sobre la reunión que mantuvo con Aleksander Ceferin, esta semana, para tratar dos temas candentes: el apoyo del FC Barcelona a la Superliga Europea y una hipotética sanción de la UEFA por el Barçagate de Enríquez Negreira.
A la vuelta de Jan procedente de Eslovenia, el optimismo culé se plasmaba en el ambiente. En tiempos de crisis y con demasiados frentes abiertos para el Barcelona, el mandatario de la entidad catalana ha tirado de inteligencia dando un ligero paso atrás en la Superliga Europea --totalmente circunstancial-- para contentar a la UEFA y, de esta forma, no sólo evitar un hipotético castigo para el club por el caso Negreira; también para favorecer, de rebote, la cada vez más probable vuelta de Leo Messi a la escuadra azulgrana.
Messi quiere jugar la Champions
Porque no es ningún secreto que el título de clubes que siempre ha valorado más el delantero argentino es la UEFA Champions League. Y si el máximo organismo del fútbol europeo hubiese inadmitido al Barça en la próxima edición del torneo, las posibilidades de que La Pulga vuelva a vestir la elástica azulgrana habrían disminuido radicalmente. El rosarino no sólo aspira a regresar al club de sus amores para despedirse como realmente merece. Quiere hacerlo ganando trofeos, y en particular una Liga de Campeones que se le ha resistido durante demasiados años en el Camp Nou.
Puede que, en Montjuïc, la cosa cambie. A sus casi 36 años, Leo se ve capaz de seguir marcando diferencias en el fútbol europeo. Por eso, su voluntad es seguir uno o dos años más en el Barça para, ya después, dar un paso al lado y aventurarse a una liga de menor nivel como la de Arabia Saudí o la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos, donde el Inter de Miami le espera con los brazos abiertos.
Barça y UEFA acercan posturas
En este sentido, el hecho de que Laporta y Ceferin hayan acercado posturas --al tiempo que se han enturbiado las relaciones con el Real Madrid-- puede favorecer, a corto plazo, el retorno de Leo Messi al Barça. El dirigente esloveno estaba muy molesto con la postura del FC Barcelona de apoyar la creación de la Superliga. Y en las últimas horas, Laporta ha matizado su discurso para abrir una puerta de colaboración con la UEFA.
Eso sí, sin abandonar a largo plazo su apuesta, de la mano de Florentino Pérez, por el torneo alternativo. En estos momentos, sin embargo, las necesidades del FC Barcelona son otras. La UEFA podría sancionar al club antes de que haya una resolución judicial, pero Ceferin también sabe que la entidad culé pediría mucho dinero en concepto de daños y perjuicios. Y el esloveno no quiere correr riesgos, al ser consciente de que el delito de corrupción deportiva es difícilmente demostrable pese a los pagos continuados del FC Barcelona a Negreira entre 2001 y 2018.
El Laporta más dialogante
De ahí que las dos partes hayan decidido darse una tregua y acercar posturas. Un tiempo que Laporta aprovechará para seguir conversando también con la Liga, trazar una estrategia acorde al plan de viabilidad económica y, poco a poco, garantizar que los objetivos del verano se van cumpliendo.
Rebajar masa salarial y garantizar la vuelta de Leo Messi, aunque suene contradictorio, es factible. Pese a que las palancas económicas han perdido poder, Laporta sigue teniendo ases guardados en la manga. Y, además de traspasar a futbolistas con cartel y que sean prescindibles, sabe que con el retorno del 10 los ingresos por patrocinios pueden mejorar ostensiblemente.